El obispado de Albacete vendió el terreno por más de 300.000 euros
Los vecinos de la localidad albaceteña de Valdeganga están en pie de guerra por la decisión de construir un bloque de viviendas en el antiguo cementerio, para lo que numerosos restos humanos que allí yacían han tenido que ser arrojados a un vertedero.
Todo comenzó hace unos días cuando los obreros de una constructora que ha comprado el terreno al obispado de Albacete iniciaron las tareas de excavación para construir viviendas.
La sorpresa de estos vecinos fue mayúscula cuando comprobaron que parte de los restos de sus antepasados pasaban directamente de la fosa a una bolsa de basura y de ahí al vertedero.
La corporación anterior quiso convertirlo en una zona verde en 1979, pero no pudo afrontar el pago de dos millones y medio de pesetas que pedía el obispado de Albacete, el cual ha vendido ahora el terreno a la constructora por más de 300.000 euros para la construcción de viviendas.