A modo de un muy pequeño ejemplo entre otros muchos por todo el Estado (PGE central, de las “CCAA y de los Ayuntamientos), en el marco de los más de 11.000 millones de euros que el Estado regala -cada año- a la Conferencia Episcopal Española, a sus diócesis y múltiples lucrativos negocios, denunciado por Europa Laica desde hace años y a través de vías muy diversas… año tras año, haya crisis o no haya crisis… -“los obispos y El Vaticano siempre ganan”, ya sea por la vía de la Enseñanza ideológica (clases de religión y escuelas católicas), a través de la restauración y el mantenimiento del patrimonio cultural, del mantenimiento y salarios del clero y del proselitismo religioso, para la caridad… etc. etc. etc.
Como en tantas muchas otras, esta vez, es la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha para la restauración de diversas iglesias, bajo el “manto divino” de la consideración de obras en bienes pertenecientes al “patrimonio cultural español”, que gestiona la Iglesia, en muchos casos de forma torticera e ilegítima, fruto de las decenas de miles de apropiaciones (vía in-matriculaciones) concede una sustanciosa partida…
En esta ocasión son 694.633,08€ “del ala”, de nuestros impuestos.
La resolución se ha publicado en el DOCM de 16-12-2021. Decreto 119/2021, de 14 de diciembre, por el que se regula la concesión directa de subvenciones a la Iglesia católica de Castilla-La Mancha para la financiación de actuaciones en bienes pertenecientes al patrimonio cultural de Castilla-La Mancha en el año 2021.
https://docm.jccm.es/portaldocm/descargarArchivo.do?ruta=2021/12/16/pdf/2021_13247.pdf&tipo=rutaDocm
Siendo como dice la resolución que se destina a restaurar varias iglesias consideradas dentro el marco del Patrimonio Cultural de CLM…
¿Por qué no las restaura directamente el Gobierno regional, mediante concurso público directo? Parece ser que NO.
¿Habrá otros intereses ocultos?
Además como va por fases, en unos meses habrá dispuesta otra “morterá” de dinero público, …esto es un no parar y una gran desvergüenza, en el que están implicados todos los poderes públicos, sean del color que sean.