Varias aldeas de distintas provincias del país someten a la agredida a esta brutal práctica para evitar su expulsión de la comunidad. Considera que tiene su «virtud manchada»
La India es uno de los países donde más violaciones de mujeres se producen. Una cada 22 minutos fue la escalofriante cifra con la que el censo oficial de denuncias cerró el 2013, según diversos estudios internacionales. Sin embargo, las secuelas no serán sólo físicas o psicológicas. El estigma de ser una mujer violada es muy profundo en este país, donde a menudo se condena a la víctima al ostracismo social, al repudio por su propia familia y su comunidad.
Para superarlo, no sólo tendrá que sobreponerse en un Estado profundamente machista. En algunas aldeas tendrá que someterse a un test de «purificación» para recuperar su «virtud manchada». Y la prueba en cuestión pesa, en ocasiones, 40 kilos.
Una gran piedra cargada sobre la cabeza es el examen que tendrá que aprobar una víctima de violación de la aldea de Surat, en el estado indio de Guyarat, al oeste del país. No se conoce su nombre por motivos legales, pero el caso ha sido recogido por la prensa india.
En la mayor democracia del mundo, la Justicia es aplicada en casos como este por consejos tribales, totalmente compuesto por hombres, que dictan sentencias que vulneran los Derechos Humanos. Es el caso de esta mujer a la que negaron su solicitud para abortar tras quedarse embarazada de uno de sus cinco violadores. Fue secuestrada y, durante ocho meses, sometida a todo tipo de agresiones. Cuando consiguió regresar con su marido, la familia de éste le prohibió regresar a casa. Su embarazo estaba muy avanzado.
Después de dar a luz, el bebé le fue arrebatado y se le prohibió volver con su marido. “Tengo otros dos hijos solteros. Si ella da a luz al bebé y decide quedarse con él ninguno de ellos se podrá casar. Mi hijo que 14 años se verá sin poder casarse. La única forma de evitarlo es que mi hija sea sometida al Chokha Thavani Viddhi, elritual de purificación, y cualquier decisión que tome la comunidad será definitiva”, aseguraba a la cadena BBC la madre de su la joven.
Esa piedra de 40 kilos, durante un tiempo desconocido, es su único pasaporte a la que era su casa. Frente a unas 200 personas además de portar la monstruosa carga, tendrá que enfrentarse a otro imposible: intentar adivinar cuántas semillas de cebada llevada el sacerdote en la mano. El sacerdote, puede prolongar voluntariamente este ritual durante varios meses, hasta que la diosa en cuestión muestre la inocencia de la víctima del crimen sexual.
El Chokha Thavani Viddhi es trata de un ritual ancestral, muy antiguo y arraigado en esa región. «Una vez que la joven queda purificada y pasa la prueba, nadie puede señalarla o proscribirla ni a ella ni a su familia. Pero si no pasa la prueba y la diosa dice que es impura, entonces será excluida de la comunidad», explicaba uno de los ancianos de la localidad.