Desde medianoche tienen vigencia nuevas restricciones al culto en Salamanca y Valladolid decretadas por la Junta de Castilla y León. Según informa la agencia Efe, ayer por la tarde el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Valladolid ratificó las medidas sanitarias preventivas para la contención del COVID-19, sobre las que el ayuntamiento de la ciudad ha anunciado que pedirá a la justicia su retirada cautelar.
A partir de ahora se limita el aforo a 25 personas en espacios cerrados en ocio, cultura y actos de culto. En el caso de las iglesias, el aforo máximo de 25 personas se aplicará sin importar el tamaño del templo. El juzgado ha avalado la medida durante siete días, y las considera proporcionales debido al riesgo de difusión del virus y los «evidentes indicios» de transmisión comunitaria.
Mientras duren estas medidas, los velatorios y entierros se restringen a 15 personas al aire libre y 10 en espacios cerrados, además del oficiante. Las celebraciones religiosas quedan en 25 personas en un lugar cerrado y en 50 como máximo si el espacio es abierto.
El secretario general de la Conferencia Episcopal y obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, consideró ayer que las medidas «parecen excesivas» las medidas, refiriéndose concretamente a que no se tuviera en cuenta el tamaño del templo a la hora de fijar el aforo máximo, especialmente «teniendo en cuenta el rigor con el que se han seguido las medidas de prevención en los templos».
Por su parte, la asociación Abogados Cristianos ha pedido al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León medidas cautelarísimas para suspender el punto de la orden de la Consejería de Sanidad de Castilla y León que limita a el aforo del culto a 25 personas en espacios cerrados. Según la asociación, el gobierno regional «se está extralimitando legislando sobre cuestiones sobre las que no tiene competencias como la libertad religiosa».
