El magistrado, en un auto de una sola página, admite la denuncia del sindicato ultra Manos Limpias en un nuevo caso de judicialización de la libertad de expresión
La libertad de expresión va a tener que volver al juzgado. El juez de Barcelona Sergio Escalona ha imputado a la revista Mongolia y a dos de sus editores, los periodistas Darío Adanti y Pere Rusiñol, por un número de la publicación que contenía bromas y mofas sobre la religión católica. El magistrado ha tomado esta decisión tras admitir la denuncia del sindicato ultra Manos Limpias por un presunto delito contra los sentimientos religiosos.