La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, ha reconocido que, aunque en los últimos años cada vez son más las víctimas de delitos de odio por ser LGTBI se atreven a denunciar, aún hay una cantidad «ingente» de hechos de este tipo que aún quedan sin aflorar por la «infradenuncia».
«No sabemos la cantidad de este tipo de delitos que hay», ha afirmado Gámez durante su participación este martes en Santander en una mesa redonda en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre las ‘Interrelaciones entre los discursos de odio y los incidentes de odio hacia el colectivo LGTBI’.
En este sentido, Gámez ha señalado como un «desafío» de la Benemérita en este campo es «generar confianza» entre el colectivo LGTBi para que aquellas personas que sufren este tipo de delitos los denuncien y «sepan que van a encontrar en la Guardia Civil quien les ayude, les entienda» y quien sepa identificar que efectivamente están siendo víctimas de un delito de odio por su identidad, condición o preferencias sexuales».
«Si no generamos confianza, no aflorarán, si no afloran, se seguirán produciendo con impunidad y no estaremos en la lista que queremos estar de los países más avanzados en la defensa de los Derechos Humanos», ha apuntado.
El objetivo es, según ha explicado, que las víctimas no tengan que sufrir «un camino en que se sientan como una doble víctima», primero por haber sufrido en sus carnes el delito y luego por tener que atravesar un «proceso penoso» hasta que se hace justicia, esto es que «nadie sienta que va a ser un calvario» y opte por «callar».
Gámez ha expresado el «compromiso» de la Benemérita con la persecución de los delitos de odio contra las personas LGTBI y ha subrayado los «enormes esfuerzos» que el Instituto Armado está llevando a cabo en este área. Uno de los más recientes ha sido la puesta en marcha hace unas semanas de grupos especializados en delitos de odio y en la formación que se presta a los agentes en este campo, otro aspecto que ha considerado importante.
Gámez ha señalado que aunque ha habido un incremento de los delitos de odio, éstos «no tienen un peso relevente» en el conjunto de la criminalidad y su importancia radica, no es su peso numérico, sino en que son hechos delictivos que «minan la convivencia».
Junto con la directora de la Guardia Civil han participado esta tarde en la mesa redonda en la UIMP Javier López Gutiérrez, de la Oficina Nacional de la Lucha contra los Delitos de Odio; el director de Amnistía Internacional España, Esteban León Beltrán; la presidenta del Consejo de Participación de las Personas LGTBI, Marina Echebarría, y Elena Sánchez, codirectora de LGTBiPol (Agentes de la Autoridad por la Diversidad).
En sus exposición, el representante de la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio ha dado algunos datos sobre la evolución de los delitos de odio en España.
Según ha dicho, en 2021, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad investigaron 1.802 posibles delitos de odio, una cifra «récord» y que son 530 más de los investigados en 2016, lo que representa un incremento del 41,6%.
Ha señalado que, por categorías o modalidades, las tres figuras que ocupan los primeros lugares de la tipología de los delitos de odio son, en primer lugar, los relacionados o derivados de conductas racistas, que son casi el 38% del total, y en segundo, aquellos que tienen que ver con la orientación sexual e identidad de género (447 en 2021, el 26,5% del total, la segunda más cifra más alta desde 2014. En tercer lugar se encuentran aquellos que tienen que ver con discriminaciones y ataques por ideología.
La presidenta del Consejo de Participación de las Personas LGTBi, Marina Echebarría, ha opinado que en los últimos tres o cuatro años se aprecia un incremento de la sensación de «inseguridad» por parte del colectivo y han aumentado los incidentes y los ataques que reciben, en una parte importante a través de las redes sociales, algo que ha puesto en relación con la proliferación de determinados discursos de odio.
El director de Amnistía Internacional (AI) España, Esteban Beltrán, se ha referido por su parte al incremento que, según ha dicho, ha habido en los últimos años de las políticas de odio por parte de gobiernos y algunas sociedades, en general, y en particular respecto al colectivo LGTBI.