COMENTARIO: Que el señor Mendoza se gaste 650.000 euros en un microscopio para estudiar ese trozo de tela, será un capricho que se puede permitir su abultado bolsillo, pero que los medios de comunicación traten la noticia dando por supuesto que la tela tiene dos mil años, cuando las dataciones de carbono la situan entre los siglos VII y IX, o que los restos que hay puedan ser de Cristo, como si alguien hubiese guardado un resto de su ADN para hacer su comparación,… Pero que ese centro fundado por el señor Mendoza se llame Universidad es un claro descrédito para una institución que debe dedicarse a la ciencia, al pensamiento racional. Y todo porque unos Acuerdos preconstitucionales mantienen el privilegio de que la Iglesia pueda crearlas.
La Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) ha adquirido el mejor microscopio electrónico de barrido de Europa, cuya aplicación inmediata será analizar el Sudario de Cristo conservado en la catedral de San Salvador de Oviedo, aunque posteriormente tendrá otros usos en áreas científicas tan diversas como la biomedicina, la biotecnología, la electrónica o la medicina forense.
Así lo han hecho saber en rueda de prensa el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, acompañado por el director del Equipo de Investigación del Centro Español de Sindología (EDICES), Alfonso Sánchez Hermosilla, el general manager de Zeiss, Dieter Hemmann, y la vicerrectora de Investigación de la Universidad, Estrella Núñez.
El general Manager de ZEISS ha resaltado que se trata del único aparato con esta configuración, "precisamente para poder desarrollar los trabajos que se propone la institución universitaria". Como característica principal del microscopio, el director del Servicio Técnico de ZEISS, Juan Bravo, ha destacado el hecho de que este "nos permite no dañar la muestra".
Por su parte, el director del equipo de investigación del Centro Español de Sindonología, Alfonso Sánchez, ha señalado la importancia de las muestras que se van a estudiar en la UCAM, "que son insustituibles". Por ello, se ha priorizado una configuración encaminada a métodos de investigación no destructivos".
EL SUDARIO, UN "GRAN DESCONOCIDO"
El Sudario, de 85 por 55 centímetros de superficie, era un tejido utilizado habitualmente en aquella época, ya que era una especie de pañuelo que se utilizaba para cubrir la cabeza o para transportar objetos, entre otras cosas.
Los investigadores de EDICES creen que la familia de Jesucristo cubrió su cabeza con este pañuelo porque, según la tradición judía, el alma está en la sangre, y el cadáver estaba en posición vertical, por lo que empezó a brotar "sangre y otros fluidos del rostro".
El Sudario de Oviedo es custodiado por el Cabildo de la Catedral de esa ciudad, y el grupo EDICES ha tenido acceso a él en varias ocasiones, la última vez en marzo de 2012. Las muestras están "adecuadamente custodiadas" en algún punto de la Comunidad de Murcia, que Hermosilla no ha querido revelar por cuestiones de seguridad, y guardadas a una temperatura de -20ºC para que no se deterioren.
Gracias al Sudario y a una investigación criminológica y forense se ha conseguido averiguar datos como el tiempo transcurrido desde la muerte hasta el enterramiento de quien envolvió y el tiempo que Cristo estuvo en la cruz. Asimismo, los científicos saben "sin ninguna duda" que el Sudario fue utilizado en primer lugar y, posteriormente, el cuerpo fue enterrado con la Síndone de Turín.
El Sudario, que se venera desde la Edad Media en Oviedo, tiene una vinculación histórica con la Región de Murcia, ya que "probablemente entró en la península ibérica a través del Puerto de Cartagena; su primer custodio fue San Fulgencio, cartagenero, quien a su vez e lo remitió a San Isidoro, obispo de Sevilla pero nacido en Cartagena".
Hermosilla ha remarcado que todo el mundo conoce la Síndone de Turín, pero el Sudario de Oviedo es un "gran desconocido". Sin embargo, en el pasado era una reliquia bastante conocida, hasta el punto de que el Camino de Santiago, en origen, no era conducir a los peregrinos hasta Santiago de Compostela, sino hasta la catedral de San Salvador de Oviedo para visitar el sudario.
Una vez allí, los peregrinos continuaban su camino hasta el sepulcro del apóstol Santiago, relata Hermosilla. De hecho, recuerda que entre los peregrinos era común una canción que decía que "quien va a Santiago y no a El Salvador, visita al criado y no al Señor".
El sudario es un lienzo que "no llama tanto la atención" como la Síndone conservada en Turín (Italia) y, de hecho, parece "un trapo manchado, muy antiguo y muy sucio", pero Hermosilla destaca que este objeto "contiene información importantísima" que comparte "en gran parte" con la denominada sábana santa que se conserva en Turín.
Y es que ambos tejidos "contuvieron el cadáver de la misma persona", según Hermosilla, quien destaca que según todos los datos científicos recabados hasta ahora "no hay nada en contra de que este cadáver correspondiera al de Jesús de Nazaret". Así lo demuestra, afirma, el hecho de que haya "cientos de puntos de coincidencia y las distancias entre los puntos sangrantes".
En este sentido, remarca que se trata de un lienzo funerario compuesto de lino y "utilizado para amortajar un cadáver al que se le ha practicado una tortura en todo similar a la que según los evangelios sufrió Jesús de Nazaret".
El Sudario de Oviedo pasó desapercibido hasta que, en la segunda mitad del siglo XX, un investigador estaba buscando una segunda reliquia que se menciona en el Evangelio de San Juan, capítulo 20, versículo 7, el Síndone y el Sudario que estuvo sobre su cabeza. Este investigador empezó la investigación científica, y quedó parado hasta que el EDICES retomó la investigación hace 25 años.
Mendoza ha recordado que el profesor Hermosilla confió a la UCAM la investigación del sudario de Oviedo, bajo su control y dirección. Por ello, la Universidad se puso en contacto con la empresa Zeiss y le encomendó el mejor equipo que pudiera fabricar.
"Se trata de un hecho histórico para la UCAM, y espero que se confirme que ambos lienzos contuvieron el mismo cadáver, a Cristo, el hijo de Dios", según ha destacado Mendoza.
El doctor Hermosilla avanza que su intención no es demostrar que las dos reliquias cubrieron el cuerpo de Cristo, probablemente porque los investigadores "nunca serán capaces de establecer esa correspondencia, ya que no vamos a encontrar el DNI con el ADN de Jesucristo". El trabajo, por tanto, tratará
La investigación sobre el Sudario de Oviedo realizada hasta ahora por el EDICES "confirma su autenticidad", en el sentido de que "no es una falsificación". La investigación se detuvo por no contar con la tecnología necesaria, pero con este nuevo microscopio, el Equipo de Investigación espera lograr un avance "absolutamente espectacular".
Entre otras cosas, esperan avanzar en la investigación textil, en el análisis microbiológico del Sudario, en el estudio de la contaminación biológica del tejido, en la investigación criminalística y forense, así como en el estudio hematológico de los rastros de sangre que contiene y otros elementos celulares.
Asimismo, los investigadores pretenden analizar la contaminación biológica añadida, como los granos de polen que cuenta con el tejido; así como la contaminación inorgánica, que son los factores que permiten establecer al trazabilidad del Sudario, es decir, aclarar los lugares por los que ha pasado.
APUESTA POR LA INVESTIGACIÓN
La vicerrectora de Investigación de la Universidad Católica de Murcia, Estrella Núñez, ha resaltado la gran versatilidad del microscopio, que se puede utilizar en áreas tan diversas como los peritajes; el control de calidad; la paleontología; la arqueología; la odontología; la geología; el estudio estructural y químico de obras de arte; el control de calidad de fibras; la metalurgia; y las ciencias materiales.
Por todo ello, Mendoza ha puesto el microscopio a disposición de todos los investigadores que lo puedan necesitar, y la vicerrectora ha esperado que reporte una mejora en las investigaciones y publicaciones científicas de la UCAM.
La vicerrectora ha resaltado la firme apuesta de la institución universitaria murciana por la investigación de calidad. "Dentro de las acciones estratégicas que se ha marcado la Universidad tenemos la de incrementar la masa crítica de investigadores", ha afirmado Núñez, y ha añadido que "se ha creado la Oficina de proyectos europeos con el fin de potenciar la participación de nuestros grupos de investigación en Europa, y sobre todo, con miras al Horizante 20/20.
El microscopio que todo lo ve
La UCAM presenta un equipo de óptica de 650.000 euros para analizar si la sangre del Sudario de Oviedo perteneció a Jesucristo
La Verdad. Jorge García Badía
Puede ampliar un millón de veces una partícula minúscula de 0,8 nanómetros gracias a la última tecnología en óptica de electrones, está dotado de un sistema de enfriamiento que permite analizar muestras biológicas congeladas para no dañarlas y tiene un coste de 650.000 euros. El microscopio electrónico de barrido de emisión de campo Merlin VP Compact marca las diferencias con un microscopio convencional hasta en su extenso nombre, que ayer el presidente de la Universidad Católica (UCAM), José Luis Mendoza, resumió durante su presentación como «el mejor microscopio de España y la última tecnología europea».
Lógico que la Sala Capitular estuviese llena hasta la bandera para conocer los detalles del aparato, que ha sido ubicado en la Facultad de Medicina, «dentro de una sala especialmente habilitada» para albergar la que desde ayer es la joya de la corona del área de investigación de la UCAM: el microscopio electrónico de barrido.
Hasta la fecha solo había cuatro aparatos de estas características en toda España. Uno en el sector privado, y los otros tres en las universidades de Barcelona, Zaragoza y Jaén. «Pero el microscopio de la UCAM es el único del país con esta configuración y con analizador de Rayos X», aclaró ayer durante la presentación Dieter Hemmann, general manager de ZEISS, la empresa encargada de fabricar este equipo.
Mediante este sistema de microanálisis (Bruker Quantax 2000) se puede desgranar la composición química de una zona concreta de cualquier elemento sobre el que incide el haz de electrones. Además de estar dotado de un sistema de presión variable que permitirá a los investigadores de la UCAM trabajar en condiciones de alto vacío, sin oxígeno ni humedad, evitando que los factores externos puedan alterar las muestras.
Aunque el aparato se podrá utilizar en investigaciones de medicina, criminología, biotecnología y arqueología, entre otras áreas, Mendoza subrayó que el microscopio ha sido adquirido por la UCAM para analizar el Sudario de Cristo. «Hace unos meses, Alfonso Sánchez Morcillo, director del equipo de investigación del Centro Español de Sindonología, confío a la Universidad Católica la investigación del Sudario de Cristo. Un hecho histórico».
De ahí la presencia ayer en la UCAM del director del Centro Español de Sindonología, que confirmó que el Sudario «está custodiado en la Región a menos veinte grados bajo cero, pero no podemos desvelar dónde por motivos de seguridad». Este tipo de pañuelo de lino, cuya conservación corresponde a la catedral de San Salvador de Oviedo, «lo utilizaban los judíos para taparse la cabeza, limpiarse el sudor y cargar cosas. Era multiusos. El Sudario es un gran desconocido; todo el mundo conoce la Síndone de Turín, pero al fin y al cabo contuvieron el cadáver de la misma persona, y hasta donde hemos podido investigar, científicamente no hay nada en contra de que esta persona fuese Jesús de Nazaret».
De hecho, el objetivo de la investigación será confirmar este extremo a través de las manchas de sangre del pañuelo. «Sabemos que es un lienzo funerario que se utilizó para amortajar un cadáver que sufrió un tipo de tortura, exactamente igual a la que nos narran los Evangelios. Soy médico forense, atribuirlo o no a Jesucristo no es mi campo. Yo tengo que descubrir qué ocurrió, cómo murió y qué productos utilizaron para embalsamar el cuerpo. En el Sudario de Oviedo hay huellas de al menos dos personas y hay trabajo para varias vidas de investigadores».
Mendoza afirmó que «encargamos este equipo porque queremos ofrecer las máximas garantías; hablamos de la sangre de Cristo».
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