Las autoridades españolas expulsaron de España a tres imanes considerados un peligro para la seguridad nacional durante 2022, un año que dejó también casi una treintena de vetos a predicadores islamistas que querían realizar asistencia religiosa en las cárceles por su perfil radical.
Así consta en el ‘Balance del terrorismo en España 2022’, publicado en el número de julio de los Cuadernos del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, la institución que dirige Florencio Domínguez y que cuenta con Gaizka Fernández Soldevilla como responsable de investigación y documentación.