La Associació Son Quint denuncia la «inacción» del Ayuntamiento para recuperar este lugar.
Los vecinos de Son Rapinya han acudido a la Oficina de la Defensora de la Ciudadanía para recuperar la plaza Vicari Josep Llinàs, inmatriculada por la Iglesia en 2015 (vea aquí las fotos de la plaza), una apropiación «fraudulenta», según la Associació Son Quint-Parc natural de Ponent, que anteriormente había denunciando este caso al Ayuntamiento sin obtener resultados.
La asociación vecinal ha presentado una reclamación ante la Defensora, Anna Moilanen, debido a lo que considera «la inacción del Ayuntamiento para recuperar la plaza de Son Rapinya, un espacio público municipal» situado ante la parroquia de Sant Bartomeu. Además, le ha adjuntado un dossier con documentos que acreditan que la plaza «es y ha sido siempre pública». Pese a que muchos de esos documentos son del propio Consistorio, los vecinos aseguran que, ante su reclamación, «el Ayuntamiento no ha querido saber nada, ni ha iniciado ningún expediente y ni tan solo ha hecho el más mínimo comentario en su escrito de rechazo».
A partir de su inmatriculación por la Iglesia en 2015, y el intento de cerrarla con barreras en 2016, con las posteriores reclamaciones vecinales, ahora, esta plaza es un espacio «cerrado al público y en estado de abandono», lamentan los vecinos.
Como respuesta a sus reclamaciones y, tras la inmatriculación por parte del Obispado de Mallorca, Cort sí procedió a cortar los suministros públicos de agua y alumbrado que hasta el momento tenía la plaza, prueba, según los vecinos, de que era un lugar público. Añaden que el hecho de que en este lugar haya bancos y otro mobiliario urbano también demuestra que fue un espacio municipal.
La Associació Son Quint recuerda que «los terrenos donde se encuentra la parroquia de Sant Bartomeu fueron cedidos a finales del siglo XIX por los Quint Zaforteza, propietarios de la possessió de Son Quint, a sos vehins temporers».
«Desde el año 1880, año de consagración oficial de la iglesia, la placita de Son Rapinya ha sido siempre de uso público, según nos refieren los vecinos de más edad del pueblo, y así la han considerado los diferentes rectores que han ido pasando por Son Rapinya. Hasta el año 2015», expone la asociación.
Dos denuncias
Los vecinos de Son Rapinya han presentado ante el Ayuntamiento dos denuncias, una por infracción urbanística y otra por infracción de las normas de tráfico y circulación, «ya que la Iglesia mantiene cerrada buena parte de esta plaza, no la mantiene limpia y la está dejando degradar y, además, ha convertido una parte en ‘estacionamiento parroquial’».
El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma prevé que esta plaza sea un espacio libre de uso público, donde está prohibido estacionar y que se debe mantener en buen estado de conservación y accesible.