Una materia alternativa a las clases de religión, «Valores sociales y cívicos» de 2º de Primaria de la editorial Anaya está impregnada de elementos claramente religiosos, en unos casos de confesiones religiosas orientales, y en otros con sus angelitos y demonios representando la conciencia moral. Impresentable que una materia que debía de tratar a comprender los valores universales, es decir de todos, utilice imágenes propias más bien de un catecismo y de la escuela del siglo pasado. Y esto para niñas y niños de 7 y 8 años.
No sólo supone una vulneración de las conciencias, un atentado a la salud mental y supone un falta de rigor en la formación de un pensamiento crítico, de la racionalidad, de la autonomía moral,… que son pilares de la enseñanza.