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Samael Aun Weor, uno de los impulsores de las sectas gnósticas y Sara Gallego, una de la víctimas.

Secuestros, extorsiones y lavados de cerebro: así opera Gnosis, la secta de ‘la marcha atrás’

El Instituto Gnóstico está detrás de algunos de los casos más sonados de la historia reciente de España, como el secuestro de Patricia Aguilar o el asesinato del bebé de Santiago.

Cuando Noelia Bru vio el anuncio con el que el ayuntamiento de Benidorm patrocinaba un curso de Meditación y Autoconocimiento en la rentrée de septiembre no pudo evitar “levantar las orejas” y que se le pusieran “los pelos de punta”. Hace ahora seis años su prima fue captada por un joven, Félix Steven Manrique, que aseguraba ser el líder del movimiento gnóstico, el mismo que está detrás del mencionado curso que iba a celebrarse en la sala Tánit, un centro de servicios sociales perteneciente al consistorio de la localidad.

Es probable que recuerden el caso: la prima de Noelia abandonó Elche nada más cumplir la mayoría de edad y, a escondidas de toda su familia, cruzó el Atlántico para reunirse con quien se había ganado su confianza durante los meses precedentes. Una vez allí, sufrió todo tipo de abusos y vejaciones por su parte y tuvo que quedarse al cargo de varios bebés que su gurú había tenido con otras mujeres, además del que luego tendrían juntos. Vivió en la selva desprovista de lo más elemental y sometida a las palizas periódicas de su verdugo.

“El tipo que captó a mi prima pululaba por grupos de Facebook. Ella preguntó en un foro sobre unas sombras que había visto, quería saber qué significaban y apareció este tipo ofreciéndole hablar por privado. Esta gente de Gnosis está por todas partes: se dedican a echar el anzuelo, a la pesca de arrastre”, señala Noelia en conversación con EL ESPAÑOL. El grupo, dice, tiene varias formas de captar adeptos: aua es la mencionada, la de Internet, pero otra es a través de los cursos como el que el ayuntamiento de Benidorm patrocinaba en su Twitter la semana pasada: “Ponen un tema atractivo para ir al curso, luego te van arrastrando y acabas yendo a reuniones en las que despliegan su sistema de creencias”.

Cartel de promoción de la Gnosis en el Ayuntamiento de Benidorm.

Cartel de promoción de la Gnosis en el Ayuntamiento de Benidorm. E.E.

El tuit de la polémica decía: “La concejalía de Bienestar Social organiza el curso La meditación y el Autoconocimiento. La presentación del mismo será el próximo miércoles 7 de septiembre a las 10:00 horas en el centro social Tanit”. Tres líneas fueron suficientes para poner en guardia a Noelia. Ella, tras todo lo sufrido con su prima, pasó a formar parte ahora de RedUNE, la Red de Prevención del Sectarismo y del Abuso de Debilidad, una asociación con la que ve “dramas familiares a diario” por culpa de quienes se aprovechan de la vulnerabilidad ajena. Pero es que además Noelia es compañera de colegio de Rubén Martínez, el portavoz de la oposición al gobierno de Benidorm, y por eso no dudó en alertar a su colega de quién estaba detrás del curso para el que el ayuntamiento estaba cediendo un espacio público.

El papel del ayuntamiento

Rubén y su grupo convocaron a los dirigentes a varias reuniones internas en las que les hicieron conocedores del runrún que el tema traía: “Le comentamos al gobierno que miraran bien el tema porque podía ser que fuera algún tipo de secta. Ellos de primeras no, pero luego se lo volvimos a decir y ya tomaron un poquito de conciencia”, concluye Bernardo Mira, concejal del grupo, aclarando que el gobierno finalmente canceló el curso de marras.

Samael Aun Weor, uno de los impulsores de las sectas neognósticas.

Samael Aun Weor, uno de los impulsores de las sectas neognósticas. E.E.

Luis Santamaría, integrante de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) y gran conocedor del proceder de las sectas en nuestro país, también dio a conocer el hecho el pasado 31 de agosto a través de las redes sociales. El ayuntamiento no podía más que darse por enterado.

¿Qué dice entonces el propio gobierno de la localidad alicantina sobre este revuelo? Desde el departamento de prensa informan de que el grupo Instituto Gnóstico de Antropología efectivamente les solicitó un espacio público para impartir su curso y ellos se lo concedieron por cumplir con los requisitos exigidos: “La asociación está inscrita en el registro nacional de asociaciones del Ministerio del Interior y además está en la Agencia Tributaria del Ministerio de Hacienda, que es lo que les pedimos, además de contar con sede en la ciudad”.

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Preguntados acerca de si van a realizar algún tipo de investigación para averiguar el cariz de este grupo, aclaran que no es algo que corresponda al ayuntamiento de Benidorm, sino “en todo caso al Ministerio de Interior”, del que no han recibido notificación alguna. Simplemente afirman que han obrado como hacen “con las demás entidades de Benidorm” y que, al conocer las sospechas, preguntaron al interlocutor que les solicitó el espacio “por activa y por pasiva” la naturaleza de su grupo y ante “la tardanza, la dilación en dar la respuesta” decidieron cancelar por si acaso. Este periódico ha intentado contactar con la sede del Instituto Gnóstico de Antropología de Benidorm, pero no ha recibido respuesta. 

La doctrina de la Gnosis

Además de la historia de Patricia, el historial de esta corriente en nuestro país se jalona también con otro hito sórdido. En 2015 una mujer llamada Marisol Fabiola Raue Ortega asfixió hasta la muerte a su bebé de seis meses en un hotel de Santiago de Compostela.

Marisol Fabiola Raue Ortega, durante el juicio por matar a su bebé.

Marisol Fabiola Raue Ortega, durante el juicio por matar a su bebé. EFE

Marisol y su marido habían acudido a la ciudad coruñesa para participar en el Congreso Gnóstico Internacional de Antropología, un evento que reunió a unas 600 personas de 26 nacionalidades y que se celebraba en el mismo hotel donde ambos estaban hospedados junto a la pequeña. La mujer, tras discutir con su marido en varias ocasiones a cuenta de los celos, le echó de la habitación. Después bajó al vestíbulo, tomó un café con otra pareja de asistentes y, de regreso a su cuarto, puso los dedos alrededor del cuello de su hija hasta matarla. Después, la tapó con una toalla, tendida sobre la cama, y colocó dos piedras a ambos lados.

“Ahora me digo, ¿cómo pude pensar esas cosas?, pero entonces pensaba que mi hija era mala y escuchaba voces que me hablaban de forma telepática, que me decían que tenía que matar a mi hija para salvar al universo”, contó Marisol durante el juicio.

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Un año antes del congreso había sido diagnosticada de esquizofrenia paranoide y los forenses que la evaluaron descartaron que la mujer fingiera su enfermedad, aunque sostuvieron también que padecía “ideación delirante de origen religioso”. En esta dirección apuntó también un abogado desplazado desde Argentina, quien presentó ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago dos escritos argumentando que el homicidio no se trató de un “acto individual y demencial”, sino de la “ejecución de prácticas enseñadas por la secta”.

Prohibido eyacular

Para comprender a qué se refería el letrado debemos acudir a la biblia del movimiento gnóstico, un libro titulado El matrimonio perfecto, en el que el fundador de la Gnosis, el colombiano Víctor Manuel Gómez (que se hizo llamar Samael Aun Weor) desgrana su pensamiento con perlas de este estilo: “Existe la correcta interpretación de los Misterios del Sexo. Los Magos Blancos nunca derraman el semen. Los Magos Negros siempre derraman el semen”. Con ella establece la piedra angular de su doctrina: hombres y mujeres pueden mantener relaciones sexuales, pero estas se desarrollarán siempre dentro del matrimonio y sin eyaculación ni orgasmo.

Víctor Manuel Gómez, alias Samael Aun Weor.

Víctor Manuel Gómez, alias Samael Aun Weor. CC

La pregunta viene sola: ¿cómo puede entonces engendrar una pareja? Samael responde así: “Es absurdo derramar seis o siete millones de espermatozoides cuando solo se necesita uno para crear. Un solo espermatozoide se escapa fácilmente de las glándulas sexuales sin necesidad de derramar el semen”, es decir, aplicando una suerte de uso de la marcha atrás. La peregrina explicación que aporta para esta restricción es la siguiente.

“Durante el éxtasis sexual, la pareja está rodeada de esta tremenda energía terriblemente divina. En estos instantes de dicha suprema y de besos ardientes que incendian las profundidades del Alma, podemos retener esa luz maravillosa para purificarnos y transformarnos absolutamente. Cuando se derrama el Vaso de Hermes, cuando viene el derrame, la luz de los dioses se retira dejando abiertas las puertas para que entre en el hogar la luz roja y sanguinolenta de Lucifer”. Para los fieles gnósticos, la hija de Marisol había nacido incumpliendo este precepto y abriendo, por tanto, las puertas “a la luz roja y sanguinolenta de Lucifer”.

Uno de los centros de estudio y meditación de la Gnosis en España.

Uno de los centros de estudio y meditación de la Gnosis en España. E.E.

La Gnosis desde dentro

Sara Gallego pasó diez años dentro de un grupo que seguía, a pies juntillas, las enseñanzas de Samael. Ella también entró en la que denomina abiertamente como secta a través de un curso de autoconocimiento como el que esta semana ha cancelado el ayuntamiento de Benidorm. “Yo entré a los 18 por un novio que tenía en ese momento, que era quince años mayor que yo. Él ya había estado en la Gnosis antes, y me invitó, pero no me contó de qué se trataba, solo me dijo que eran conferencias de Psicología”.

Así, Sara accedió a un ciclo de 22 conferencias; es lo que nos explica que se conoce como primera cámara: “El acceso a la información siempre que uno entra a una secta es gradual, ellos siempre empiezan por lo más suave y luego van soltando la información más complicada, la que no aceptarías de primera mano, cuando ya estás más metido en el grupo. Luego empieza el paso a la segunda cámara“, explica.

Sara Gallego.

Sara Gallego. Cedida

Dentro de esa segunda fase se celebra un ritual de iniciación para el que le pidieron que comprara sus propias vestiduras. Sara tiene grabado a fuego todo lo que sucedió el día que fue iniciada en el grupo: “Te ponen a jurar frente a una biblia gnóstica que vas a ser fiel a la Iglesia y que no vas a contarle a nadie sus secretos. Después te colocan una venda en los ojos, varios miembros dentro del ritual tienen espadas y de repente, cuando te destapan, esas personas están apuntándote a la cara“. Se toma un segundo para pensar. Luego, añade: “Es raro… Llega un momento en el que te preguntan si quieres entrar y por la presión de grupo obviamente dices que sí, pero da mucho miedo”.

Sara aclara que ella perteneció a un grupo distinto al Instituto Gnóstico de Antropología, pero que ambos beben de las mismas teorías y tienen modus operandi similares en cuanto a la captación: “El fundador de la secta, Víctor Manuel Gómez, se autoproclamó como maestro y fundó el primer grupo gnóstico en Colombia. Fue ganando un montón de adeptos, y cuando él murió varias personas querían seguir siendo los líderes del grupo. Como hubo una pelea tan grande, se dividió en varios: el Instituto Gnóstico de Antropología (IGA) lo fundó la esposa de Samael, que se llamaba Arnolda pero se puso el nombre de Litelantes. Hay otra Iglesia que fundó el hijo y otra en la que yo estuve, fundada por el maestro Lakhsmi“, desarrolla.

Instituto Gnóstico de Antropología.

Instituto Gnóstico de Antropología. E.E.

Una vez reclutada, Sara nos explica que comenzaron los rituales y la obligación insoslayable de asistir todos los días a las cadenas de oración, además de realizar tareas extenuantes para la organización y entregar grandes cantidades de dinero: “El diezmo de los cristianos es nada comparado con lo que piden en la Gnosis. Y las personas incluso terminan dando sus casas, le dejan sus casas a la iglesia en vez de dejarlas a sus hijos. Yo daba casi todo mi dinero de lo poquito que ganaba porque llegué a ser Isis, una especie de sacerdotisa, y cuanto más alto sea tu cargo tienes que dar más dinero”. También tenía que pedir permiso para visitar a su familia (cuando se casó con su marido, este la llevó a vivir a una ciudad lejana a Medellín, su ciudad natal) e incluso pagarle a otra Isis para que la reemplazara en la ejecución de sus labores.

“La doctrina que comparten todos estos grupos se basa en lo que Samael enseñó, solo que cada grupo tiene un líder diferente; pero, para resumir, él dice que todas las personas tienen un ser que es la parte divina, una partícula de Dios, que es lo único bueno que tiene porque el resto son todo egos”, sigue narrando. Así, para el líder Samael, “el 97% de la conciencia de cada persona está atrapada por el ego” y, para desprenderse de la vanidad, en la secta te instan a dejar atrás tu personalidad, la música que escuchas y todos tus gustos. El manual perfecto de la alienación.

“No se pueden usar escotes, faldas cortas, ni jeans, sobre todo hay que usar faldas largas, tampoco maquillaje exagerado ni tintes de pelo, no se puede comer cerdo ni carnes frías, no se puede tomar alcohol, ni ver películas o televisión, ni escuchar música que no sea música clásica”, enumera Sara, aún en presente. “Samael decía que en el cerdo estaban todos los demonios y los egos y que si la persona comía eso podía perder incluso su alma”.

En cuanto a las teorías sexuales de la secta, Sara denuncia que devenían en numerosas “violaciones dentro de la iglesia entre esposos”, ya que “muchas mujeres se sienten obligadas a estar con el esposo así no quieran, porque se les enseña que ellas son el instrumento para que sus esposos se autorrealicen a través de la alquimia del sexo”. Mastica aún la frustración mientras recuerda: “Nos dicen que las mujeres que no cumplen con sus deberes se van a ir al abismo o sus esposos se van a ir al abismo y la culpa va a ser de ellas”.

Tríptico de gnosis buzoneado en Zamora

Tríptico de gnosis buzoneado en Zamora Luis Santamaría @vaiconDios Twitter

Como Sara nunca dejó de mostrarse en desacuerdo con algunos de los planteamientos de su grupo, fue tildada en numerosas ocasiones de “rebelde y desobediente”. Aun así, nunca dejó de lado sus obligaciones hasta que cayó enferma: “El cuerpo entra en un estado de hacer las cosas como un robot, mecánicamente, y ese estado me llevó a una depresión muy profunda. Me dijeron que tenía un demonio o una entidad negativa que se me había metido, así que me hicieron bañar con salvia y otras plantas, pero me sentía peor”.

Finalmente, tras hablar con su familia y decirle a su madre que quería internar en un psiquiátrico porque sentía que estaba perdiendo la razón, regresó a su ciudad natal y, desde allí, lentamente, fue abriendo los ojos. Aún acudía a las reuniones, pero su grado de compromiso era menor. Luego llegaron la pandemia y el confinamiento: “Les decía que mi mamá es mayor y mi hermana diabética, cosa que es verdad, pero era mi justificación para no ir”.

Así que dejó de acudir durante tres meses, el tiempo suficiente para que la expulsaran. “Durante varios meses después yo sentía que el problema lo tenía yo, que era yo la que había fallado, y le pedía perdón a los maestros. Ya viendo testimonios de otras personas de otras sectas empecé a unir los puntos y me di cuenta a esa persona le pasaba lo mismo que a mí, o sea que yo estaba en una secta”, dice, todavía con risa nerviosa.

Ahora cuenta todo esto a cara descubierta con el afán de ayudar a otras personas que puedan estar atravesando lo mismo que ella sufrió. Al colgar con Sara, busco en la página web del Instituto Gnóstico de Antropología otras sedes: además de la de Benidorm, tienen 58 centros más con sus respectivos teléfonos. Cuando este diario se pone en contacto con algunas de ellas en busca de un interlocutor con el que comentar la base de su doctrina, se encuentra siempre la misma respuesta

—Lo siento, pero no sabría cómo ayudarla.

—¿Puede decirme, al menos, a quién debo dirigirme para realizar una entrevista sobre esto?

—No se lo puedo decir porque no lo sé. [cuelga]

Y así sucesivamente. No puede decirse que compartan la elocuencia de Samael, el inspirador de su doctrina.

Rectificación de la Iglesia Gnóstica: 

1. “Patricia Aguilar fue capada por Félix Manrique alias ‘Príncipe Gurdjeff’, un falso guró que actuó de manera individual, usurpando la identidad de nuestra entidad, la Iglesia Gnóstica, tal como lo explicó públicamente el propio abogado de la familia de Patricia en Perú (Ver declaración: http://y2u.be/HBOxB5OcCqE), y quedó probado judicialmente en el proceso penal que lo condenó a prisión de 20 años mediante sentencia firme de fecha 30-09-2019 de la Sala Penal Superior de Lima”. 

2. “Gnosis es la doctrina que profesa la Iglesia Gnóstica en su carácter de entidad religiosa inscrita en el respectivo registro públido al amparo de la Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa; no tiene en modo alguno consideración de secta ni menos de peligrosa, y desarrolla sus fines y actividades lícitamente, tal como aclaró públicamente el inspector de la Policía Nacional Serafín Giraldo (Ver declaración: https://youtu.be/hcoOdAjPRxM)”.

3. “De acuerdo al dictamen pericial psiquiátrico, valorado correctamente por el jurado, quedó probado que Marisol F. Raue O. padecía un trastorno mental severo, consistente en esquizofrenia paranoide, que el día del asesinato anuló completamente sus facultades volitivas y cognoscitivas. Por lo tanto, el asesinato “parte de la enfermedad”, al no poder “decidirlibremente” sobre sus actos, puesto que la enfermedad “decidía por ella”, descartándose la supuesta ejecución de prácticas enseñadas por la Gnosis, tal como quedó esclarecido por la Audiencia Provincial de La Coruña (SAP C 1998/2016 – CLI:ES:APC:2016:1998)”. 

4. “La Iglesia Gnóstica, fundada por el Maestro Lakhsmi con base en las enseñanzas del Maestro Samael, no estable obligación del diezmo y como toda confesión se sostiene del aporte voluntario de sus miembros. Dispone de un patrimonio eclesiástico austero y nunca ha recibido donaciones de inmuebles de sus fieles. Y como se puede leer en los libros del Maestro Samael, no enseñó que “en el cerdo estaban todos los demonios y los egos” o que se perdiera el alma para su consumo”. 

5. “En la Iglesia Gnóstica no existen casos de abuso sexual por la enseñanza de la Alkimia, ni se inculca a los fieles su práctica mediante coacción, al contrario, la Gnosis enseña que el acto sexual es la consubstancializacióndel Amor, siendo solamente lícito su realización de manera consentida en el matrimonio porque el Sexo y el Amor está íntimamente relacionados”.  

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