Los países islámicos rechazaron este martes la sugerencia del ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, de construir una sinagoga en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, y advirtieron de que la entrada y el rezo de los judíos ahí “alimenta el conflicto religioso y el extremismo”.
Así se expresó en un comunicado la Organización de la Cooperación Islámica (OCI), integrada por 57 Estados de mayoría musulmana, que recordó que “Jerusalén Este es una parte inseparable del territorio palestino ocupado (por Israel) en 1967”, y consideró “nulas” las “medidas de la ocupación israelí para judaizar la ciudad”.
El extremista antiárabe Ben Gvir volvió a defender ayer, lunes, el derecho de los judíos a rezar en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, o Monte del Templo, donde está la mezquita al Aqsa y el Domo de la Roca, así como la construcción ahí de una sinagoga.
Este es el tercer lugar más sagrado para los más de 1.300 millones de musulmanes del mundo, tras los de La Meca y Medina, de Arabia Saudí.
“La OCI condena de forma enérgica las declaraciones del ministro extremista Ben Gvir (…), así como la entrada y la profanación de la mezquita Al Aqsa por grupos de judíos y ministros extremistas de la ocupación”, dijo la nota.
Advirtió de que “esas violaciones y ataques sistemáticos que constituyen una provocación a los sentimientos de los musulmanes en todo el mundo y alimentarían el conflicto religioso, el extremismo y la inestabilidad en la región” de Oriente Medio.
Según el ‘statu quo’ vigente desde la ocupación por Israel de Jerusalén Este, la Explanada de las Mezquitas está reservada al culto de musulmanes, si bien el lugar está abierto durante determinadas horas del día para visitas de personas no musulmanas, incluidos los judíos.
Sin embargo, el lugar es también sagrado para los judíos que afirman que en su interior había dos templos judíos desde hace ya más de un milenio.
Los países islámicos rechazan cualquier cambio en la estructura de la Explanada de las Mezquitas, y en toda la ciudad de Jerusalén Este, e insisten en que ésta es la capital del futuro Estado palestino.
“La OCI renueva su llamamiento a las partes activas de la comunidad internacional para que asuman sus responsabilidades e intervengan para poner fin a las graves violaciones israelíes, y para preservar el estatus histórico y jurídico de las santidades islámicas y cristianas en la ciudad ocupada de Jerusalén”, concluyó la nota.