Este tipo de excesos del clero deben de ser impedidos por las autoridades locales.
Un cura que viene de la Ossa de Montiel, que ejerce de párroco del pueblo de Ruidera (Ciudad Real) de unos seiscientos habitantes, tiene por costumbre retransmitir misas a través de altavoces externos instalados en la iglesia parroquial Virgen de la Blanca para que todo el pueblo asista indirectamente a ese acto religioso católico. Cuando algún vecino le recrimina, al parecer, el bueno de don Ricardo contesta que Dios, que es su jefe, así se lo ordena. Curiosa respuesta de ser exacta. Este hecho, que tengamos noticias, ocurrió con la misa de las 21 horas del pasado sábado día 9 de agosto.
Reiteramos, una vez más, que este tipo de excesos del clero deben de ser impedidos por las autoridades locales.
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