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Réplica de la Red Española de Filosofía al artículo de Juan A. Aguilera “¿”Filosofía de la religión” en la escuela?, no gracias”

En relación al artículo publicado en su medio por el señor don Juan Antonio Aguilera Mochón el día 5 de diciembre, y que llevaba por título “¿”Filosofía de la religión” en la escuela?, no gracias”

La Red española de Filosofía -en adelante REF- quisiera hacer constar, por las alusiones directas que se han hecho a la misma en el mencionado artículo, las siguientes consideraciones:

En primer lugar cabe señalar que la REF es una entidad cuya naturaleza es plural: representa a muchas asociaciones filosóficas o Universidades que tienen opiniones particulares y que no necesariamente coinciden unas con otras. Aquello que pueda ser tomado como opinión expresa de la REF debe serlo en tanto que consensuado con todas las asociaciones que la componen. Debido a ello, no debe confundirse la opinión de una asociación concreta -en este caso la Plataforma en defensa de la Filosofía o cualquier otra- con la postura global de la REF. Muchísimo menos debe compararse con posturas absolutamente ajenas a la REF, como puede ser el caso de las mantenidas por Cristianos Socialistas.

En segundo lugar, y relacionado con esto, no nos parece justo que el señor Aguilera tome como referencia documentos de trabajo que no han sido aprobados de forma definitiva por la REF, y cuya antigüedad pone de manifiesto que no pueden ser presentados como concluyentes o representativos de su postura.

Nos referimos concretamente al documento referido como “Carta de la REF al Ministro Wert” de julio de 2012 –apenas dos meses después de la fundación de la REF- o al “Balance y propuestas de acción” publicado el 21 de febrero de 2013 que el señor Aguilera menciona.

En el primero se explicaba que “si no se eliminaba la asignatura de religión, (al menos) se impartiera “Historia y Cultura de las Religiones como alternativa real (y no solo nominal como hasta ahora) a la opción confesional, y asignada preferentemente al departamento de Filosofía”. El segundo, tal y como el señor Aguilera menciona, sugiere que: “Si se mantiene la alternativa religión/valores éticos (lo cual, en principio, no apoyamos), (solicitamos) que la segunda se adscriba al área de filosofía”

Lo primero es que de lo anteriormente señalado debe colegirse que nuestra postura primordial es la de no impartición de la asignatura de la religión católica. Pero como es obvio, es labor del legislador la de tomar esas decisiones, y no parece que la intención del mismo coincida con la nuestra.

En segundo lugar y más importante, cabría decir que la postura de la REF queda mejor reflejada en un comunicado muy posterior, que lleva por título “Cómo queremos enseñar Filosofía”, y que fue consensuado y aprobado en asamblea por las organizaciones que componen la REF.

Este debe ser el documento de referencia, y por tanto, no cabe apelar a borradores o documentos de trabajo como tales. Lo adjuntamos aquí:

Documento aprobado por la Asamblea General de la Red española de Filosofía (REF), celebrada el 20 de abril de 2013, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.

En ese documento de referencia pueden leerse cosas como estas:

1.4. Un sistema educativo debe proporcionar a los estudiantes los medios para favorecer y desarrollar su actividad filosófica. Por eso, la Declaración de París aprobada por la UNESCO en 1995 afirma: “La enseñanza de la filosofía debe mantenerse o ampliarse donde ya existe, implantarse donde aún no existe y ser nombrada explícitamente con la palabra filosofía, recordando también que debe ser impartida por profesores cualificados e instruidos específicamente a tal efecto y no estar supeditada a ninguna consideración económica, técnica, religiosa, política o ideológica”.

2.1. Los estudios de Filosofía constituyen el único modo de educar en valores de alcance y tensión universales, es decir, que no dependan de ni estén sometidos a creencias (religiosas o de cualquier tipo) ni de opciones políticas, para formar al alumnado desde los Derechos Humanos como ciudadanos cosmopolitas en un mundo global.

Léase bien: El único modo.

En lo que respecta a las asignaturas que reivindicamos formalmente, éstas se definen según los siguientes términos:

3.2. Por tanto, la REF considera que el área de Filosofía debe estar presente en el sistema educativo no universitario a través de, al menos, estas materias:

   Una materia de Historia de la Filosofía (o Filosofía III) obligatoria para todos los alumnos en el último curso de Bachillerato, con presencia en las posibles pruebas de acceso a la Universidad, si existen, en las mismas condiciones y carga horaria que las demás materias obligatorias.

   Una materia de Filosofía general (o Filosofía II) obligatoria para todos los alumnos en el primer curso de Bachillerato, con al menos tres horas lectivas semanales.

   Una materia de Ética, Filosofía práctica y/o Introducción a la Filosofía (o Filosofía I) obligatoria para todos los alumnos del último curso de ESO, con al menos dos horas lectivas semanale3.

   Un grupo de materias optativas en Bachillerato, adscritas al área de Filosofía.

   Programas de Filosofía para niños, en la enseñanza primaria.

   Cualquier asignatura relacionada con educación sobre valores debe quedar adscrita al área de Filosofía, como la mejor garantía para evitar cualquier adoctrinamiento.

Como puede verse, en ningún caso se reivindica la necesidad de impartir religión o cultura religiosa o historia de la religión o filosofía de la religión, toda vez que cada una de las asignaturas que proponemos pueda analizar desde un punto de vista filosófico el hecho religioso. Se lee implícitamente, que las asignaturas que impartan valores de un modo no filosófico-crítico, pueden caer en el riesgo de adoctrinar.

Por si acaso quedasen dudas, se explicita más adelante el contenido de las mencionadas asignaturas sobre la educación en valores:

  1. La educación en valores y la formación del ciudadano

9.1. La Filosofía no es en absoluto ni una materia alternativa a la religión ni una asignatura de educación cívica o ciudadana. Cualquier profesor de Filosofía está capacitado para impartir asignaturas de este tipo, e incluso es el más indicado para ello; pero esas materias, si están presentes en un sistema educativo, no pueden en ningún caso sustituir a las asignaturas específicamente filosóficas.

9.2. Los valores estudiados y transmitidos por la Filosofía no son discutibles desde posturas religiosas o políticas determinadas, se someten a la prueba de su posible universalización y, por lo mismo, no están al servicio de instituciones que puedan adueñarse de ellos. Sólo son argumentables o discutibles desde un análisis filosófico y, por lo mismo, racional y crítico. La reflexión crítica sobre los valores propios y de la sociedad en que cada pensamiento se inserta, está inscrita, con palabras de Hannah Arendt, en “la libertad del hombre, que ni siquiera pueden negar los gobernantes totalitarios, porque esta libertad –por irrelevante y arbitraria que puedan juzgarla- se identifica con el hecho de que los hombres hayan nacido y que por eso cada uno de ellos es un nuevo comienzo, comienza de nuevo, en un sentido, el mundo”.

(9.3) Según Bertrand Russell, “la filosofía consiste en el intento inusitadamente obstinado por alcanzar el conocimiento verdadero”. Esta obstinación en la búsqueda de la verdad, acompañada de la búsqueda de la paz y la justicia, provocan que la actividad filosófica resulte no subordinable, insobornable y radicalmente inconformista. Por ello, la Filosofía aporta a la formación de la ciudadanía de una democracia el aprecio por la libertad y la autonomía, el respeto por la alteridad y la diferencia, el sentido crítico, la actitud exigente (consigo y con las instituciones), el amor por la verdad y la justicia; y añade, además, la capacidad de analizar estos valores, diagnosticar su aplicación y evaluar el momento histórico vivido (estableciendo fines).

Del mismo modo, y como el señor Aguilera sugiere, muchos de nuestros miembros han escrito artículos reivindicando la necesidad de la laicidad en la educación; puede ponerse como ejemplo uno publicado en un diario digital de carácter nacional, reproducido en su misma web -donde el señor Aguilera ha tenido a bien remitir su carta-, y que fue redactado por uno de los miembros de nuestra Junta Directiva:

https://laicismo.org/2015/educacion-y-religion-misterios-sin-resolver/125015

No obstante, y en aras de la coherencia, el mencionado articulista no hizo valer su posición de miembro de la Junta, dado que -como hemos dicho- una opinión personal no es representativa de la de una asociación. Lo que llama la atención en este caso, es que el señor Aguilera haya seleccionado supuestos -y digo bien, supuestos- argumentos particulares en contra de la laicidad y no haya hecho mención a los artículos que sí la defienden.

Eso, junto a la sensación de pendiente resbaladiza que transmite la carta del señor Aguilera y a los juicios de intenciones que realiza, nos hace llamar la atención sobre lo inadecuado de la misma.

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