A raíz de la polémica sobre la promesa como presidente de la República de Niceto Alcalá-Zamora los socialistas, a través de su periódico, teorizaron entre la “promesa” en la República, y el “juramento” en una Monarquía.
Los socialistas veían la elección del político republicano como un ejercicio de afianzamiento del régimen republicano justo inmediatamente de la aprobación de la Constitución tanto frente al “extremismo negro” como frente al “extremismo rojo”.