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Imanol Pradales, con la makila de lehendakari, junto al árbol de Gernika. EUSKO LEGEBILTZARRA

Pradales jura como lehendakari «humildemente» ante Dios y la sociedad pero prescinde de la «lealtad» a Felipe VI

Euskadi completa el relevo de poder y pone fin a doce años de mandato de Urkullu para dar paso a un nuevo lehendakari nacionalista que gobernará con mayoría absoluta con el PSE-EE

Imanol Pradales Gil (Santurtzi, 1975) ha jurado como lehendakari bajo el árbol de Gernika, símbolo de la foralidad vasca, este sábado a mediodía. Lo ha hecho en euskera “humildemente ante Dios” y ante la sociedad y en castellano con acatamiento del “ordenamiento” jurídico, pero no con “lealtad” al jefe del Estado, el rey Felipe VI, como se había hecho anteriormente. Horas antes, el monarca había promulgado en el BOE el nombramiento del nuevo lehendakari y el cese de Iñigo Urkullu, el inquilino del palacio de Ajuria Enea desde 2012. Pradales ya es a todos los efectos el sexto lehendakari desde la aprobación del Estatuto de 1979 y el octavo contando los de la II República y el exilio, todos ellos varones. Podrá gobernar, en algo inhabitual en el contexto político actual, con una holgada mayoría absoluta fruto del acuerdo de coalición entre su partido, el PNV, y los socialistas vascos. En unas horas conformará su primer gabinete, que será el más amplio de la historia vasca, con diez consejeros nacionalistas y cinco socialistas a su lado.

Pradales ha tomado como referencia el juramento de quien fuera primer lehendakari, José Antonio de Aguirre, elegido en plena Guerra Civil, en octubre de 1936. Es un formulismo que, con algunos ajustes, han adoptado todos los lehendakaris nacionalistas, es decir, todos salvo Patxi López. Lo ha pronunciado en euskera junto a un ejemplar del Estatuto y a otro del Fuero Viejo de Bizkaia. “En pie sobre tierra vasca, humildemente ante Dios y ante la sociedad, bajo el árbol de Gernika, en recuerdo de los antepasados, delante de de ustedes, representantes del pueblo, juro desempeñar fielmente mi cargo”, podría ser la traducción de su intervención en euskera. Sí hay un matiz lingüístico con respecto a las tres tomas de posesión de Urkullu. Él empleaba “apal-apalik” y no “apalik” para referirse a Dios, una fórmula que el equipo de Pradales entiende que no introduce ningún cambio con respecto a su posicionamiento religioso. En todo caso, sí ha mantenido fuera el crucifijo y la Biblia, ya retirados por López en 2009.

El lehendakari ha llegado en un Lexus a las 11.49 horas. Cuenta ya con ‘berrozis’ como escolta. Se ha bajado él primero del coche, ha saludado a los presentes y ha ido a la puerta contraria para abrírsela a su mujer. Pradales ha vestido traje azul oscuro, con corbata de los mismos tonos y iWatch. A las 11.54 ha llegado otro Lexus con Urkullu, que vestía una traje más clásico. Era identificable como el presidencial por llevar una ikurriña. Él también ha saludado a la ciudadanía. Entre el público, varios ciudadanos han ondeado ikurriñas. Juntos y con la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, han caminado unos metros acompañados de txistu y tamboriles y han recibido una larga ovación de todos los asistentes puestos en pie.

Los actos solemnes de toma de posesión han tenido lugar en la Casa de Juntas de Gernika, reconvertida por un día, como cada cuatro años, en sede del Parlamento Vasco. Este edificio es también un Parlamento, el de Bizkaia, y cobija el viejo roble símbolo de los fueros y del autogobierno vasco. En realidad, el frondoso ejemplar frente al cual ha agachado la cabeza Pradales es el quinto de una saga de robles iniciada en el siglo XIV, cuando empezaron a jurar allí los fueros los señores de Bizkaia. Todavía quedan restos del segundo, descendiente del original, en un templete próximo a donde se ha desarrollado la jura. El actual árbol de Gernika nació en 2000 en un vivero que ha dado ya 450 retoños desperdigados por el mundo, como los plantados en la zona cero de Nueva York. La Casa de Juntas de Gernika, que acumula vidrieras, salones nobles y un hemiciclo en el que Pradales ocupó un escaño durante más de una década al haber sido diputado foral vizcaíno antes que lehendakari, es también uno de los pocos edificios históricos de la villa foral que sobrevivió a la destrucción del bombardeo que la aviación nazi de Wolfram von Richthofen perpetró en abril de 1937 al servicio de los golpistas de Francisco Franco.

A las “ocho menos veinte” de la mañana han llegado a la puerta del recinto Tere y Aintzane. Jubiladas, de Igorre, querían ver en primera persona al nuevo presidente vasco. “Es nuestro lehendakari”, han solemnizado un par de horas después, cuando todavía eran las únicas en el lugar pese al enorme despliegue de patrullas, equipos antidisturbios y furgonetas camufladas de Intervención de la Ertzaintza. Querían haber llegado en tren pero, finalmente, han optado por desplazarse en coche. Al lugar se han acercado también quienes se oponen al nuevo proyecto de Guggenheim en Urdaibai, que tendrían en Gernika precisamente una de sus subsedes. Han proferido gritos y consignas a la llegada de cada coche oficial. Este nuevo museo fue una apuesta personal de Pradales en la Diputación de Bizkaia, aunque Urkullu al final de su mando lo metió en el congelador. En las carreteras de acceso a la villa no eran infrecuentes las pancartas de “Menos Pradales y más humedales” en defensa del espacio protegido de Urdaibai, la única reserva de la biosfera de Euskadi.

La Policía tenía blindado el perímetro de la Casa de Juntas. Dentro, la Ertzaintza ha desplegado un equipo de agentes con uniforme de gala -chaqueta y ‘txapela’ rojas y guantes blancos- y una decena de efectivos de gran gala -con mantón verde y sable, también mujeres -. La guarnición estaba dirigida por el intendente-jefe del cuerpo, Josu Bujanda, y por los jefes de división, todos ellos con galones dorados. Junto con los policías, han flanqueado al nuevo lehendakari maceros de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, dos por territorio.

El desarrollo protocolario

La toma de posesión de los lehendakaris es formalmente un pleno del Parlamento Vasco. Por ello, antes del inicio de la sesión, la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, ha entregado el bastón de mando de la Cámara foral a su homóloga autonómica, Bakartxo Tejeria. Se trata de un bastón de mando de 54 centímetros y data del siglo XVIII. En ella está grabado “Muy noble y muy leal señorío de Bizcaya”. En paralelo, Urkullu -que ha acudido con su esposa, Lucía Arieta-Araunabeña- ha portado la ‘makila’ presidencial, que llevaba grabada “Lehendakaria”. Es la misma que emplearon los predecesores de Pradales desde Ardanza. Su traspaso de lehendakari a lehendakari ha dado por completado el relevo en el poder.

A las 12.00 horas en punto, el inicio del acto lo ha marcado el toque de doce campanadas y un Gernikako Arbola ha sonado en el carillón. A su final, la comitiva presidencial de Pradales ha entrado al hemiciclo de la Casa de Juntas Gernika. Dentro le esperaban buena parte de los 75 parlamentarios vascos -EH Bildu no asistió en 2012 a la jura de Urkullu, por ejemplo, y ahora sí ha estado encabezada por Pello Otxandiano- pero también el Gobierno saliente de Urkullu, en el que se prevé una profunda renovación, los lehendakaris vivos -Patxi López, Juan José Ibarretxe y Carlos Garaikoetxea, que ha precisado ayuda para caminar-, la vicepresidenta María Jesús Montero en nombre del Gobierno de España -que ha prometido cooperación a Pradales-, el presidente canario y líder del partido CC, coaligado con el PNV, Fernando Clavijo, el vicepresidente de Navarra, Félix Taberna, la primera autoridad judicial vasca, Iñaki Subijana, expresidentes del Parlamento -Izaskun Bilbao, Jesús Eguiguren y Juan María Atutxa-, diputados generales, alcaldes -los de las capitales y el de Gernika, José María Gorroño, aunque prometió que iba a dejar el cargo hace casi un año-, miembros de las Cortes Generales y otros dirigentes políticos. También ha acudido la familia de Pradales, su esposa, sus hermanos, su madre y otros allegados. El secretario del Parlamento Vasco, Jon Aiartza, ha dado lectura al texto del nombramiento de Pradales, el firmado por el jefe del Estado. Durante la sesión, se han interpretado piezas como ‘Alkate soinua’ o el himno vasco, ‘Euzko abendaren ereserkia’. Aiartza, nuevamente, le ha recordado que pasa a ser “excelentísimo señor”, que es la “máxima” autoridad vasca y el “representante ordinario” del Estado. A las 12.18 horas ha terminado la sesión.

La firma en el libro de honor

Al término de la sesión y acompañado de los lehendakaris López y Urkullu, Pradales ha escrito en el libro de honor de Gernika un pequeño texto manuscrito en euskera en el que asegura que no hay “mayor honor” para un vasco y aberzale que asumir la Presidencia. Ha indicado que trabajará “por Euskadi” y por la ciudadanía vasca y para “mejorar” la calidad de vida. Ha agregado: “Cuidaré y protegeré las viejas leyes de nuestro pueblo. Defenderé las nuevas leyes de nuestro pueblo. [Defenderé] El alma de nuestro pueblo hasta conseguir una Euskadi más libre y mejor. Imanol Pradales Gil”.

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