Nuevamente, una parte del equipo de gobierno local Gaditano -Por Cádiz Sí Se Puede (Podemos)- ha manifestado su intención de vulnerar la aconfesionalidad de las Instituciones Públicas, que proclama la Constitución Española, comunicando su próxima participación en una veneración a “la Virgen”… “voto a la Patrona” y su decisión de subvencionar a cofradías y cultos religiosos con una importante cantidad de recursos públicos en el año 2016.
Es falaz el argumento utilizado… “gobernar para todos” cuando se hace justo lo contrario, para satisfacer los deseos de lobbyes religiosos -cofradías-. La única forma de gobernar “para todos” es respetar escrupulosamente la laicidad de las instituciones públicas y que la ciudadanía, de forma individual u organizada, rinda culto a sus dioses en libertad, sin interferencias institucionales, tal como se hace en Francia y otros países con consolidados Estados de Derecho.
La religiones e ideologías no son una asociación más (y así se recoge en las constituciones democráticas), implican lo más profundo de los sentimientos. Esa imagen venerable para unos, es para otros una simple estatua, el símbolo de un estereotipo machista o la representación de un dios falso para otras religiones. Por ello es fundamental respetar al Pueblo manteniendo la separación Iglesia-Estado, sin imponer simbología religiosa alguna. Ignorar este requisito de convivencia básico ha causado y causa multitud de confrontaciones, calamidades y guerras en este planeta que nos ha tocado vivir.
El partido Podemos, a nivel estatal, se ha manifestado claramente en favor del laicismo, siendo la propuesta programática de retirar la religión de la enseñanza pública la más votada por sus bases. Si usamos atajos como “la tradición” o “gobernar para todos” para seguir la inercia de la anacrónica política clerical seguida por “la Casta”, muchos gaditanos, que esperaban unas nuevas formas de gobernar, se verán tremendamente defraudados. Igualmente, agradecemos a Cádiz en Común su repetido compromiso con la neutralidad religiosa, el respeto a la Carta Magna y a la ciudadanía.