Los comentarios ofensivos contra el profeta Mahoma de dos miembros del partido nacionalista hindú BJP, que gobierna en la India, desataron la polémica y las quejas de numerosos países islámicos contra el Gobierno de Nueva Delhi, que anunció la suspensión de ambos representantes de su formación.
“Los tuits ofensivos y los comentarios denigrantes contra una personalidad religiosa fueron realizados por ciertos individuos. No reflejan, de ninguna manera, las opiniones del Gobierno de la India. Los organismos pertinentes ya han tomado medidas enérgicas contra estas personas”, informó este lunes en un comunicado el portavoz del Ministerio de Exteriores indio, Arindam Bagchi.
Este comunicado salió al paso de las condenas emitidas ayer por la Organización de Países Islámicos (OIC, en inglés), quien advirtió que los insultos contra el profeta durante la semana pasada se dieron en un contexto de escalada del odio y del abuso del islam en la India, donde la violencia contra los musulmanes va en aumento.
Unas acusaciones sobre la escalda de odio en la India que, sin embargo, el portavoz rechazó categóricamente, calificándolas de “injustificadas y estrechas de miras”.
En el centro de las críticas se encuentran los insultos contra el profeta que expresó la portavoz nacional del BJP Nupur Sharma, durante un debate en televisión, y que replicó más tarde el jefe de medios de su unidad, Naveen Kumar Jindal, en Twitter.
Estos agravios provocaron el viernes protestas de grupos musulmanes en el estado norteño de Uttar Pradesh, además de llamadas al boicot contra la India en las redes sociales de los países árabes.
Los Ministerios de Exteriores de Catar y Kuwait fueron los primeros en trasladar ayer a los embajadores de la India en sus respectivos países su decepción por las palabras de la portavoz, por las que pidieron una disculpa pública al catalogarlas “una ofensa contra los más de 2.000 millones de musulmanes en todo el mundo”.
Ante el aumento de la polémica, el BJP anunció en un comunicado la suspensión de Sharma y la expulsión de Jindal del partido, alegando que mostraron una visión contraria a la de la formación.
El BJP está “fuertemente en contra de cualquier ideología que insulte o degrade a cualquier secta o religión” y “no promueve a tales personas o filosofía”, agregó la formación política.
Pese a que ambos matizaron sus palabras posteriormente, resaltando que no querían dañar los sentimientos religiosos de nadie, otros países como Arabia Saudí, Pakistán o Afganistán se sumaron este lunes a las condenas por lo sucedido, exigiendo tomar medidas a la India.
“El Ministerio de Asuntos Exteriores expresa su condena y denuncia las declaraciones realizadas por la portavoz del BJP insultando al profeta Mahoma”, expresó el ministerio saudí en Twitter.
Mientras, el portavoz del Gobierno talibán de Afganistán, Zabiullah Mujahid, instó “al Gobierno indio a no permitir que tales fanáticos insulten la sagrada religión del islam y dañen los sentimientos de los musulmanes”.
Los choques entre miembros de la mayoría hindú y la minoría musulmana son cada vez más frecuentes en la India, que atraviesa un periodo de escalada de tensión religiosa.
Hasta seis regiones de la India incluida Nueva Delhi vivieron el pasado abril episodios de violencia entre hindúes y musulmanes durante las procesiones religiosas para celebrar los nacimientos de los dioses hindúes Ram o Hanuman (la deidad mono).
Organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) o Human Rights Watch (HRW) han denunciado la creciente discriminación de los musulmanes indios, que achacan al proyecto político abanderado por el BJP del primer ministro, Narendra Modi.