“Intuyo la música y sonrío con el Dios de la esperanza, con el Cristo humano, con el Cristo hecho gente”, asegura Monedero. ¿Por qué el resto de formaciones obvian una cuestión que afecta directamente al bien común, que debería de ser su objetivo principal como políticos?
Si el objetivo principal de los partidos políticos es el bien común, la dimensión espiritual del ser humano debería ser un elemento imprescindible a tener en cuenta a la hora de elaborar su programa electoral. Así parece entenderlo Podemos, el único partido que se ha decidido a incorporar esta cuestión en campaña.
El número tres de la formación y secretario de Programa, Juan Carlos Monedero, habló sobre lo que piensa Podemos acerca de cuestiones tan trascendentales como la religión y la espiritualidad de la persona; e hizo algunas propuestas sobre esta materia el pasado sábado, 11 de abril, en el primer encuentro sobre Espiritualidad Progresista de la formación emergente.
Fue en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, en el extrarradio de Madrid, rodeado en la mesa por un ponente budista, una sufí, una meditadora, un católico progresista y un pastor evangélico.
Con el lenguaje coloquial que le caracteriza, incluyendo humor, metáforas y anécdotas, no siempre afortunadas, Monedero se lanzó al ruedo del debate sobre la espiritualidad de la personas, con referencias a pasajes bíblicos y filosóficos; y, entre otras cuestiones, criticó la postura de aquellos que predican una cosa y luego miran hacia otro lado cuando la ocasión lo requiere.
“Un cristiano y un socialista deberían basarse en el amor”
Monedero arrancó su intervención con referencias a los socialistas: “yo no soy creyente en un Dios, pero nunca me ha pasado desapercibido, nunca, lo bien que me he sentido siempre con los creyentes progresistas. A menudo, me he sentido mejor con creyentes progresistas que con socialistas conservadores”.
“Tanto un cristiano como un socialista debieran basarse ambos en el amor. Los dos supuestamente obran por amor a los demás, ¿no? Pero resulta que fijaros que los sustantivo aquí es el adjetivo. No basta que seas simplemente creyente o que simplemente seas socialista para que no metas la pata. De hecho, a lo largo de la historia, cuántos creyentes han hecho barbaridades y cuántos socialistas también han hecho barbaridades”, continuó.
En relación a la obligada coherencia que deberían tener los políticos con lo que predican, el número tres de Podemos recordó que “uno de los enormes problemas que ha tenido la izquierda es que siempre ha pensado que cuando se terminaban las clases sociales se terminaban los problemas. Dentro del pensamiento de la izquierda y del propio Marx no hay mucha reflexión sobre filosofía política, sobre ética, sobre justicia”.
“Estamos planteando sobre gente que se define a sí misma de una manera pero después no es coherente con aquello que define”, concluyó en este apartado.
“El Cristo hecho gente”
A continuación, Monedero habló sobre lo que él considera el Dios del Antiguo Testamento y el Dios del Nuevo Testamento: “Yo he de reconocer que no tengo nada de oído musical para el Dios del miedo, me enfada profundamente, yo creo que con el Dios del Antiguo Testamento no seríamos buenos amigos”; e intuyo la música y sonrío con el Dios de la esperanza, con el Cristo humano, con el Cristo hecho gente”.
“Siempre he tenido como una duda rondándome de qué hacíamos con la espiritualidad y qué hacíamos con la trascendencia. Y yo siempre he estado procurando entender dónde podríamos hallar un espacio de espiritualidad y trascendencia que todos lo pudiéramos escuchar”, agregó.
Siguiendo en esta línea, el líder de Podemos dijo que “la espiritualidad yo creo que es el diálogo que uno tiene con uno mismo. La espiritualidad tiene que ver con ese diálogo que uno tiene con las cosas que son más grandes que uno mismo. La palabra decencia y la palabra dignidad tienen la misma raíz Europea y tiene que ver precisamente con esto. La decencia y la dignidad tienen que ver con el diálogo que uno tiene, con eso que tiene cada uno de nosotros pero que no nos pertenece porque es lo que nos emparenta con el conjunto”.
A continuación, Monedero hizo una referencia a San Agustín, al citarle para decir que “quien ama nunca se equivoca”. “Cuando ama de verdad, ahora si crees que amar es poseer ahí ya te estás equivocando, pero quien ama de verdad nunca se equivoca. Amar es dejar de ser para amar más. Y en una clara alusión al mensaje de Jesús, concluyó: “ama a tu prójimo como a ti mismo. Solamente con eso arreglamos el planeta. Lo que pasa es que no basta solo con decirlo sino que después esto hay que articularlo. Cuando tú dejas el mundo un poquito mejor que como lo has encontrado tienes esa sensación de haber hecho algo bien”.
También hizo en su exposición una referencia a la escuela concertada, cuando aseguró que “nosotros no tenemos ningún tipo de problemas con la escuela concertada, porque está cubriendo una necesidad. Pero lo que queremos es reforzar la pública”
Pedro Sánchez, en las antípodas
Tras conocer el contenido de la intervención de Monedero en esa mesa redonda, se podrá estar de acuerdo o no con los planteamientos de Podemos, pero cabe felicitar a la formación que lidera Pablo Iglesias por convertir en eje central de algunas de sus exposiciones públicas en campaña la dimensión espiritual del ser humano, algo que pocos políticos, por no decir ninguno, se atreven a practicar en una sociedad cada vez más desvinculada y secularizada.
Precisamente, en las antípodas de las propuestas del número tres de Podemos, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se descolgó el pasado lunes, 13 de abril, con unas declaraciones en las que aseguró que su partido llevará en su programa electoral sacar la asignatura de Religión del sistema de enseñanza, algo que justamente atañe a la escuela concertada a la que se refería Monedero.
Para ello, el PSOE está dispuesto a reformar el actual marco legal y a revisar los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede. El líder socialista añadió que en su programa se potenciará “la defensa de la escuela laica”, un término que los socialistas no se cansan de confundir con su verdadero objetivo, el laicismo excluyente.
Sánchez insistió en que en esa escuela para él no cabe “la integración, en el currículo ni en el horario escolar, de enseñanzas confesionales”. Y concluyó prometiendo que se retomará la impartición de Educación para la Ciudadanía, que suprimió el actual Gobierno.
