Imagen de archivo del acto de renovación del voto a la Virgen de La Merced, en 2015.
La Plataforma Laicistas de Jerez pretende que se discuta en el pleno una normativa que exija la aconfesionalidad del Consistorio jerezano
La Plataforma Laicistas de Jerez propone un reglamento aconfesional del Ayuntamiento de Jerez, mediante el que, entre otras cosas, se separe la Corporación municipal de tradiciones seculares en la ciudad como la renovación del voto a la Virgen de La Merced, patrona del municipio, o la participación en el desfile del Día de San Dionisio. “Nos preocupa la separación entre las iglesias y el Estado, al entender que una religión (o su ausencia) corresponde a la libertad individual de las personas. La Constitución, en su artículo 16, afirma que ninguna religión tendrá carácter estatal”, recuerda un colectivo que pretende que este asunto se debata en pleno.
De hecho, ha anunciado que la plataforma ha solicitado una reunión con la alcaldesa, Mamen Sánchez, y con los diversos grupos municipales. “Estamos dispuestos, además, a reunirnos con todas las asociaciones jerezanas para hablar sobre la igualdad de trato que se merecen por parte del Ayuntamiento”, han incidido.
“No entendemos que en edificios públicos (Ayuntamiento, escuelas, calles …) se mantengan símbolos religiosos, que no representan a toda la ciudadanía, imponiendo como cosa de todos lo que representa a sólo una parte y violando la libertad religiosa (o no creyente) de buena parte de la población. Tampoco entendemos que representantes de todo un pueblo, elegidos democráticamente, acudan de forma oficial e investidos de su cargo a procesiones o actos religiosos, sean de la religión que sean. Nada tenemos que decir si acuden a título personal”, han recalcado en una nota.
Siguiendo este discurso, mantienen que “nos parece un abuso la cantidad de subvenciones de todo tipo que el Ayuntamiento y el Estado ofrecen a actividades de carácter religioso. En primer lugar, el apoyo financiero o la dirección facultativa y la realización de los proyectos básicos y de ejecución de diversas obras por parte del servicio de Urbanismo para el arreglo de iglesias o conventos que son de uso privativo. Por ejemplo, en la rehabilitación de las iglesias de Santiago, la Merced, S. Dionisio y S. Juan además de la ermita de S. Telmo, la Yedra, la capilla de la Jura,.. Estos edificios son de uso exclusivamente religioso, mientras existen en Jerez muchos monumentos, como el palacio de Riquelme o el de Villapanés, que son de propiedad pública municipal y están en ruinas”.
“Hemos denunciado —han subrayado— las ayudas a las cofradías, a la Semana Santa (palcos, vallas, cesiones del teatro Villamarta…), sin contar los gastos ocasionados los cortes de tráfico (fuera de la Semana Santa) por via crucis, rosarios, ensayos de costaleros y procesiones varias. Está claro que la celebración de las fiestas religiosas deben realizarse únicamente con el coste imprescindible para el Ayuntamiento de garantizar la seguridad de las mismas”.
Es notable también la cantidad de locales de propiedad municipal que el Ayuntamiento tiene cedidos a diversas asociaciones religiosas y cofradías, algo que ya denunciaron en su momento en la Fiscalía. “Muchos de estos locales están ocupados de forma irregular, con convenios de cesión caducados, sin cumplir las condiciones de cesión o directamente sin que haya por medio ningún convenio”, han recalcado.
También es un hecho histórico, han abundado, “generado en su mayor parte en el pasado, el número de calles, plazas y barrios de nuestra ciudad que tienen nombres religiosos (más de 330), la cantidad de imágenes religiosas en la vía pública o la cantidad de distinciones que el Ayuntamiento da a imágenes, que son sólo figuras creadas por artistas, muchas veces sin más mérito que el de representar a un símbolo religioso, del que no se conocen en absoluto sus rasgos originales”. Parece que, hasta ahora, la mejor forma de obtener reconocimiento es la pertenencia a una iglesia, cuando existen muchos maestros, médicos o profesionales que realizan de forma muy digna su trabajo sin recibir honra alguna. Es totalmente necesario que la asignación de nombres a las nuevas calles y plazas responda a otros criterios”, han añadido.
En cuanto a los actos en torno al día de la Patrona y del Patrón, insisten en que “renovar el voto a la Patrona o el acompañamiento de la Corporación el día de San Dionisio equivale a subordinar un Ayuntamiento elegido democráticamente por los jerezanos a un símbolo religioso, ¿cómo puede ser esto? ¿estamos en una teocracia? ¿han de conservarse todas las tradiciones, aunque sean contrarias a los derechos humanos o a la democracia? ¿acaso el Ayuntamiento ha de venerar una imagen de madera porque se acordó así hace cientos de años?”
Las emisoras municipales, Onda Jerez Radio y TV, también tienen, a juicio de esta organización, “una amplia subordinación a la religión, destinando buena parte de su programación a actividades religiosas. Parece razonable que estas emisoras mantengan una absoluta independencia, informando de este tipo de actos igual que informan de cualquier otro colectivo, ni más, ni menos”.
Pago de IBI de la Iglesia
Del mismo modo, “existen centenares de inmuebles en Jerez inmatriculados, es decir inscritos en el Registro de la Propiedad a nombre del Obispado, simplemente por el testimonio del obispo. Esta situación de privilegio ha permitido a la Iglesia Católica registrar a su nombre miles de propiedades en toda España. Hemos detectado que existen en Jerez muchos inmuebles inmatriculados de forma alegal. Exigimos que el Ayuntamiento solicite a los Registros de la Propiedad de Jerez todas las inmatriculaciones realizadas para conocer su número y estudiar su legalidad. Es preciso que la Iglesia Católica devuelva los bienes que no le pertenezcan”.
La iglesia, como otras fundaciones, está exenta por ley de pagar el IBI. Esto provoca un grave daño a las arcas municipales, que no está compensado por el Estado. Por ello, “pedimos que el Ayuntamiento cuantifique el perjuicio económico que sufre, haga público el dinero que deja de recibir en impuestos y solicite al Estado la compensación correspondiente”.
“Es criticable —ultiman— también la subordinación de las fiestas locales a los fines religiosos. Las fiestas locales deben situarse el día que mejor convenga a la ciudadanía (sábado o lunes de feria, o cuando mejor parezca) independientemente de si el día de los “santos patronos” de la ciudad cae en lunes o en jueves. Hacer depender las fiestas de las determinadas celebraciones de una religión concreta no respeta los intereses de todos los jerezanos. Todo lo anterior es lo que la ciudadanía espera de un Ayuntamiento democrático y no subordinado a los intereses religiosos. El que esto no sea así en Jerez, bien entrado el siglo XXI y después de más de 40 años del final de la dictadura nos choca profundamente”.