El caso Ana Estrada se resolvió de manera definitiva en julio de 2022, cuando la Corte Suprema emitió su sentencia que ordenó diseñar un protocolo de actuación médica para la aplicación de la eutanasia en ese caso en concreto, es decir, únicamente para el caso Ana Estrada.
La sentencia fue remitida al juzgado de primera instancia para que ejecute la decisión, tal como corresponde. Sin embargo, la nueva jueza de aquella instancia ha decidido invocar el derecho a la libertad de consciencia y desobedecer la decisión emitida por la Corte Suprema.