A pesar del laicismo en las instituciones públicas garantizado en la propia Constitución Nacional, el comandante de la Policía, Críspulo Sotelo, nota mediante, obliga a altos jefes a asistir este viernes a una misa de acción de gracias.
Mientras tanto, la obligatoriedad rige para los directores generales, directores, jefes de departamentos y agrupaciones, además de jefes de Policía y de Orden que no se encuentren en servicio. Asimismo, la Agrupación de Seguridad fue designada como la encargada de preparar el lugar para la misa.
La Constitución Nacional de 1992 garantiza un Estado laico, según el artículo 24: «Ninguna confesión tendrá carácter oficial. Las relaciones del Estado con la Iglesia católica se basan en la independencia, cooperación y autonomía».
Además, el mencionado artículo señala en el último punto que «nadie puede ser molestado, indagado u obligado a declarar por causa de sus creencias o de su ideología».