Mientras que para Manuel Navarro, coordinador de Andalucía Laica, «la sensación es de incertidumbre, no sabemos si existe una verdadera voluntad de llevar a cabo esta reforma o si sólo es un flash que aparece de vez en cuando en los medios de
Las paredes de los centros educativos andaluces, tanto públicos como concertados, podrían quedar desnudas de todo símbolo religioso en un futuro no muy lejano si la reforma de la Ley de Libertad Religiosa que prepara el Gobierno finalmente ve la luz. El polémico texto, que mantiene enfrentados a diferentes sectores de la sociedad, obligaría la retirada cualquier simbología religiosa de las aulas y de los espacios comunes de todos colegios e institutos dependientes del Estado si finalmente fuese aprobado.
En principio, la aplicación de esta reforma de la Ley de Libertad Religiosa no encontrará demasiados obstáculos en las escuelas públicas andaluzas donde, según Juan María del Pino, presidente de la Confederación Católica de Federaciones de Asociaciones de Padres de Alumnos y Familias (Confapa), «casi no queda ya ningún símbolo religioso». Será en los colegios concertados -la mayoría vinculados a órdenes religiosas y con proyectos educativos aprobados desde hace años por la Junta de Andalucía-, donde la nueva norma podría toparse con una mayor oposición por parte de docentes y padres. «Si finalmente se llevase a cabo la retirada de símbolos religiosos de los colegios, que nos les quepa la menor duda que llegaremos a los tribunales para evitarlo. No les tenemos ningún miedo porque la experiencia nos demuestra que finalmente la justicia se pone del lado de las familias», afirma el presidente de Confapa.
Para Ángel Viñas, presidente de la Federación Española de Religiosos de Enseñanza y Centros Católicos (FERE-CECA) de Sevilla, es muy importante diferenciar entre laicidad y aconfesionalidad. «Esta bien que el Gobierno se mantenga al margen y no esté del lado de ninguna religión, pero no que pretenda imponer una doctrina ideológica. Además, habrá que leer la letra pequeña de esta nueva reforma, porque una cosa es el discurso político y otra el jurídico», insiste el representante de FERE.
Principios fundamentales
Por su parte, el secretario general de la Federación Andaluza de Centros de Enseñanza Privada (CECE-A), Rafael Caamaño, asegura que «antes de pronunciarnos habría que esperar a que saliera la normativa estatal. Nos parece que el principio fundamental que debería regir este tipo de normativas es la autonomía de los centros, a través de sus propios consejos, de la comunidad educativa que exista en él, ha decidir lo que le parece más oportuno en función de las creencias propias de cada colegios. Y por otro lado, el derecho fundamental de los padres a decidir el centro según el tipo de educación y formación que quieren para sus hijos. Me parece que cualquier cosa que se legisle tiene que respetar estos dos derechos».
Respecto a la legalidad de esta norma, destaca que «no se puede determinar hasta que no salga, se verá en función de la flexibilidad de la misma», aunque insiste en que «un texto, sea el que sea, no debe de ir en contra de estos dos principios que he dicho. De hecho, hay muchas manifestaciones religiosas en los colegios que dudo que se eliminen por la existencia de esta norma, como es poner belenes en navidad, las celebraciones relativas a la Semana Santa, que no creo que se quiten ya que si se eliminan irían en contra de nuestra tradición histórica, más atándose de una ciudad como Sevilla donde estas simbología religiosa se celebra en la sociedad en general».
Con respecto a si irían a los tribunales de salir la norma para adelante, aseguró que «la Junta no puede sacar una normativa antes que lo saque el Estado. Entonces primero habrá que ver que sale a nivel nacional, y después que modificaciones hace la Junta».
En lo que sí coinciden tanto defensores como detractores de los símbolos religiosos es en la falta de claridad e información a cerca de esta futura norma por parte de las administraciones. Mientras que para Manuel Navarro, coordinador de Andalucía Laica, «la sensación es de incertidumbre, no sabemos si existe una verdadera voluntad de llevar a cabo esta reforma o si sólo es un flash que aparece de vez en cuando en los medios de comunicación», para el presidente de Confapa «el tema de la retirada de los símbolos religiosos se está utilizando para tapar otros problemas verdaderamente graves que asolan a Andalucía como puede ser el del paro».
Sea como fuere, y a pesar de que la Junta de Andalucía ha intentado esquivar durante todo este tiempo la polémica dejando la decisión de la retirada de los elementos religiosos a los centros educativos -sobre todo en los concertados- , lo cierto es que la posible aprobación de la reforma de la Ley de Libertad Religiosa que se está gestando obligará al Gobierno andaluz a posicionarse de una vez por todas al respecto.
«En los últimos meses hemos notado que las administraciones andaluzas apoyan más nuestra causa, estudiando y resolviendo las denuncias que les hacemos llegar referentes a colegios que aún mantienen algún símbolo religioso. Creemos que este cambio de actitud es debido al debate que el asunto está suscitando tanto en la calle como en los medios de comunicación», afirma el representante de Andalucía Laica.