Es la tercera vez que lo elogia, esta última de ayer con fervorosos aplausos en Estrasburgo, solicitándole subliminalmente una entrevista. ¿Para qué querrá verle, por qué tendrá tanto interés, por su figura humana, por potenciarse mediáticamente? Seguro que es para instarle a que sea el propio Francisco quien denuncie los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado español con el propósito de terminar con los privilegios de que disfrutan, para censurar la educación religiosa, las subvenciones multimillonarias, los siglos de catolicismo funesto. Este Pablo es incorregible. ¿O será para que los millones de católicos españoles dejen de tener miedo con Podemos y lo vean con buenos ojos y votos? ¿O para devolver a los españoles la Mezquita de Córdoba y los cientos de edificios que han registrado a su nombre? Francisco el ContraChávez. Pillín Iglesias. Sería la repera que Bergoglio viniera para apoyar a Podemos en un mitin durante la campaña electoral, aunque hubiera que echar algo en el cepillo. O simplemente que mandara un vídeo y una bendición. O hacerlo socio de honor del partido. Esta iglesia que sigue siendo de la caridad, por mucho que hable de justicia. Esta iglesia vomitiva que condena la libertad de las mujeres, sin más que una mínima repulsa por parte de Iglesias. Esta iglesia del Opus y los cargos y los negocios. Esta iglesia del perdón y de la culpa y del pecado para estafadores y selectos delincuentes que no obstante entrarán en el Reino de los Cielos asaltándolos con una simple bendición de absolución. ¿Para qué diablos querrá ver Pablo Iglesias al Papa? Pues que vaya a Roma, se ponga a la cola y solicite entrevista, como el Cholo Simeone y Maradona. Le puede regalar una camiseta con el anagrama de Podemos. No apueste a que si Podemos gobierna la Iglesia Católica española se autofinanciará. Todo es igual, todo es eterno, hasta la adulación y el frenesí. Iglesias no tiene precio gomo genio del marketing. Lo que debía ser agua y aceite lo convierte en agua y vino por mor de la conveniencia y la diplomacia política. Zapatero ya practicó con esa táctica y fracasó. Si Podemos ganase las elecciones, ¿dónde cree Iglesias que estaría la iglesia, de qué lado, el de los conspiradores y derribadores o en el de los apoyos? ¿De verdad creen lo que los eurodiputados twitteaban exultantes: “La política económica del Papa es la de Podemos”. ¡Enigma resuelto! Pablo Iglesias ha visto muchas películas de revoluciones falseadas. No hay más que ver con quien estuvieron durante y tras la guerra civil española. La iglesia siempre está con el poder, como ahora. Con el poder que le conviene, claro. Que no debería ser el de Podemos. Lo cortés no quita lo valiente y es que es un chico educado. Pero qué tufo, qué peste despiden estos elogios y deseos. ¿Qué dirán sus bases, que, como se sabe, son las que sostienen el cotarro, les parecerán bien tantos elogios y ansias de entrevista? La iglesia católica que tanto sufrimiento causa y ha causado. Porque, para que se enteres Pablo, Bergoglio solo es la cabeza visible y las oscuras y eternas fuerzas no le permitirán virguerías. Como tampoco a él.
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