NOTA DE CÓRDOBA LAICA: ¿Estado Aconfesional?
La Consitución es papel mojado. Una y otra vez. En esta ocasión, la coronación de una Virgen congrega a la Corporación Municipal, con su Alcalde a la cabeza, a la Diputación, al Gobierno central, a la Policía y al Ejército. El poder civil y militar presidiendo un acto religioso católico.
¡Hasta cuando!
CÓRDOBA SE VUELCA CON LA HISTÓRICA DISTINCIÓN
Masiva coronación de la Virgen del Carmen
Multitudinaria celebración en la Catedral para reconocer los 425 años de devoción de Córdoba a la Señora de San Cayetano
(…)
EL ACTO La hermana mayor de la Archicofradía de Nuestra Señora del Carmen, Catalina Hernández, y la secretaria, Elena Murillo, leyeron las lecturas, tras lo cual un sacerdote cantó el evangelio según San Lucas (11, 27-28), que precedió a una elogiosa homilía del obispo a la protagonista coronada. Demetrio Fernández definió el monasterio carmelita de Córdoba como “foco permanente y constante de devoción a la Virgen del Carmen” y “la esperanza del pueblo”. El titular de la silla de Osio afirmó que la coronación de la Reina de San Cayetano “está lejos de ser un acto protocolario” al convertirse en “un acto de fe multitudinaria”. Demetrio Fernández, que lució la casulla de San Juan de la Cruz, afirmó que en el escapulario “se concentra la devoción a María” y consideró que es “un merecido homenaje” de toda Córdoba.
El estricto protocolo se cumplió con exactitud y puntualidad. El rito de la coronación se inició con la lectura del decreto episcopal, a cargo del padre Francisco Javier Jaén, prior del convento Santo Angel de Sevilla y que era provincial de los Carmelitas Descalzos de Andalucía cuando se hizo la petición formal para la distinción el pasado año.
A las 18.54 se bendijeron las dos coronas. La del Niño Jesús fue portada por los pequeños Alberto Pascual y Pablo Jiménez Vega, mientras que la que luce la Virgen desde ayer la llevaron la madrina, Fernanda Fernández, y el padrino, el carmelita Francisco Javier Jaén Toscano. A las 19.45 horas, con el canto del Salve regina y el Aleluya de Haendel, se ponía el broche final a la coronación que contó con la asistencia del alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto; el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado; el vicepresidente primero de la Diputación, Salvador Fuentes, además de representantes militares y de los cuerpos de seguridad del Estado.
La coronación tuvo su gran epílogo con una multitudinaria procesión en la que participaron más de un millar de fieles y representaciones de un centenar de hermandades andaluzas, Cabildo Catedral, Corporación municipal y más de un centenar de mujeres ataviadas con mantilla, entre calles engalanadas y música de las bandas Maestro Tejera y de Jesús Caído.
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