La filial nicaragüense de la Compañía de Jesús ha sido ilegalizada y las autoridades han expropiado su patrimonio.
La filial nicaragüense de la Compañía de Jesús, la orden católica romana a la que pertenece el papa Francisco, fue disuelta este miércoles en Nicaragua por el Gobierno de Daniel Ortega, que dispuso además expropiar su patrimonio en el país centroamericano.
Es decir, los jesuitas, como son mundialmente conocidos, no podrán seguir funcionando en Nicaragua, y sus bienes muebles e inmuebles, así como sus instituciones educativas, entre la que incluye la Universidad Centroamericana (UCA), ya incautada, pasarán a manos del Estado nicaragüense, según un acuerdo ministerial.