El Gobierno reveló que las autoridades noruegas han elevado de tres a cinco (el máximo) el nivel de alerta terrorista ante el peligro de que los actos pudiesen inspirar a otras personas.
La Policía y la Fiscalía de Oslo confirmaron este sábado que están investigando como ataque terrorista el tiroteo anoche en una discoteca en el centro de Oslo, en la que dos personas murieron y otras 21 resultaron heridas, diez de ellas graves.
El tiroteo empezó a la 1.15 de esta madrugada en el exterior de un local y luego el agresor -identificado por medios noruegos como Zaniar Matapour- se dirigió al cercano pub Oslo, local de referencia de la comunidad LGTBI+ en Oslo, donde disparó también a discreción, hasta ser detenido pocos minutos después en una calle adyacente. Testigos declararon a la televisión pública noruega NRK que el tiroteo desató el pánico en la gente dentro del pub y que todo fue muy caótico.
El atacante, que fue arrestado cerca de la escena del tiroteo y al que le requisaron dos armas, es un ciudadano con pasaporte noruego y de origen iraní, conocido por la Policía y contra el que se han presentado cargos ahora por homicidio, intento de homicidio y acto terrorista, precisó en rueda de prensa el jefe de la investigación, Christian Hatlo.
Los servicios de inteligencia noruegos (PST) informaron este sábado de que consideran el tiroteo como un acto de «terrorismo islamista extremista». El atacante, que fue arrestado cerca de la escena de los tiroteos, es un ciudadano de 42 años de nacionalidad noruega y de origen iraní, al que el PST tenía bajo su radar desde 2015 por peligro de radicalización, reveló el director en funciones de ese organismo, Roger Berg, en rueda de prensa.
«No se consideró en las conversaciones que mantuvimos entonces que esa persona tuviera intenciones violentas, pero el PST está al corriente de que también ha tenido problemas relacionados con su salud mental», afirmó Berg, quien añadió que la policía trabaja en averiguar «qué grado de motivación ideológica y vinculación con otros extremistas o redes similares» tenía el individuo.
«Hay motivos para creer que se trata de un delito de odio. Es una de las hipótesis», dijo el comisario y responsable de la investigación, Christian Hatlo.
En tanto, la organización del Oslo Pride, el festival LGBTIQ que debía celebrarse este sábado en la capital noruega, ha suspendido todos los actos «por consejo y recomendación» de la Policía, informó en un comunicado.
«Tenemos que seguir las recomendaciones de la Policía y cuidarnos unos a otros. Pronto tendremos oportunidad de ser visibles y orgullosos otra vez», agregó la organización, que expresó su apoyo a los heridos y a los familiares de los afectados.
El pub London, en cuyo interior y exteriores el atacante abrió fuego, es un de los locales de referencia de la comunidad homosexual en Oslo.
Dos muertos, 21 heridos y un detenido
Dos personas murieron y 21 resultaron heridas, diez de ellas graves, en el tiroteo en la discoteca situada en el centro de Oslo, informó durante la madrugada de este sábado la Policía de la capital noruega.
«Dos personas han sido confirmadas como muertas en el tiroteo. Hay varios heridos graves. La Policía definió la misión como un incidente PLIVO», escribió la fuerza policial en referencia a la actuación policial.
Los testidos han declarado a la televisión noruega que el tiroteo desató el pánico en el interior de la discoteca y que todo fue muy caótico.
Las autoridades han emitido también una orden temporal para que los agentes de policía de todo el país vayan armados. La policía noruega había revelado horas antes que al detenido se le requisaron dos armas, una de ellas automática, y que se han presentado cargos por homicidio, intento de homicidio y acto terrorista.
El Gobierno reveló que las autoridades noruegas han elevado de tres a cinco (el máximo) el nivel de alerta terrorista ante el peligro de que los actos pudiesen inspirar a otras personas, aunque el PST no tiene ninguna indicación de que se hayan planeado más ataques.
El rey Harald V se mostró en un comunicado «horrorizado» por la «tragedia» y defendió «la libertad y la diversidad», mientras que la ministra de Cultura e Igualdad, Anette Trettebergstuen, calificó la agresión de «ataque cruel a personas inocentes, independientemente del motivo», al tiempo que expresó su más profunda solidaridad con las víctimas y sus familiares.
Miles de personas recorrieron las calles de Oslo en una manifestación espontánea que debía terminar en el exterior del pub London, donde se han realizado varias ofrendas florales.