La denuncia, acompañada de una foto, la daba a conocer el pasado 16 de marzo la web laicismo.org en estos términos: “Esta misma mañana nos ha llegado información de que en la consulta de Medicina de Familia del Centro de Salud El Greco de Sevilla, había un crucifijo presidiendo la sala. Tras intentar contactar telefónicamente con la directora del centro sanitario, desde el Observatorio del Laicismo se ha denunciado el hecho ante el Distrito Sanitario de Sevilla y el propio consejero de Salud de la Junta de Andalucía.”
Desde el Observatorio entendían que esa imagen religiosa vulneraba “la aconfesionalidad del Estado –se trata de un servicio público–, y la libertad de conciencia al tener que ser atendido ante la presencia de una simbología religiosa que identifica al centro de salud y al médico que le atiende”.
Días después de la queja, la directora del centro de salud de El Greco, María del Mar Sánchez Calle, decidía retirar del inmueble cualquier símbolo religioso, aunque al parecer la orden no se ha hecho efectiva.
Según recogía este martes el diario ABC de Sevilla, “enfermos y costaleros llevaron estampas y mostraron su apoyo a Antonio Leal, el médico de Familia que denunció la situación y que ayer volvió a confirmar que iba a negarse a que retiraran de su consulta el crucifijo y las estampas que tiene”. Como en la popular película de los 90 ‘No sin mi hija’, la consigna del doctor Leal parecer ser ‘No sin mi crucifijo’.
APOYO DEL SINDICATO MÉDICO
El facultativo creyente ha recibido también el apoyo público del conservador Sindicato Médico de Sevilla cuyo presidente, Antonio Gutiérrez, para quien el problema quedaría resuelto cambiando de médico el paciente ofendido por la presencia del crucifijo.
El médico afectado contaría, al parecer, con el apoyo de otros compañeros del centro, dispuestos a defender incluso en los tribunales el derecho a tener símbolos religiosos en su consulta pública. Los médicos católicos consideran que la prohibición podría constituir un delito contra la libertad de conciencia.
El PP de Sevilla también ha exigido explicaciones al consejero de Salud de la Junta, Aquilino Alonso. Su presidente, Juan Bueno, criticaba con dureza la decisión del centro de retirar símbolos religiosos y se preguntaba “si esta decisión es un hecho aislado o forma parte de un plan de retirada progresiva de las referencias y símbolos religiosos en los centros sanitarios de esta provincia”. El líder provincial del PP no se quedaba ahí y se adornaba con estas preguntas retóricas: “¿Qué va a hacer ahora la consejería?, ¿Cambiarle el nombre a los cuatros grandes hospitales de la provincia: Virgen Macarena, Virgen del Rocío, Virgen de Valme y Nuestra Señora de la Merced?”.