El vecino que denunció al Concello por no cumplir la norma sobre ruidos asegura sentirse conforme con la sentencia.
La sentencia que obliga al Ayuntamiento a tomar las medidas necesarias que le permita la legislación para impedir que la emisión de las campanas y melodías de la iglesia cumplan con la norma
El vecino del barrio de O Couto, que lleva un par de años luchando para que el Concello de Ourense haga cumplir a la parroquia de Fátima la ordenanza de ruidos, dice estar muy satisfecho. Asegura que con la sentencia que obliga al Ayuntamiento a tomar las medidas necesarias que le permita la legislación para impedir que la emisión de las campanas y melodías de la iglesia cumplan con la norma vigente es suficiente. Aunque ahora se abre un plazo para que el Concello recurra la sentencia, el afectado cree que no será así, aunque de momento se muestra cauto hasta que no pasen los 15 días que marca la ley. «No quiero que se eliminen las campanas de Fátima, solo que se rebaje el sonido», afirmaba ayer.
El vecino siempre ha defendido que entiende que en momentos concretos, como puede ser la celebración del 13 de mayo u otras fechas similares, el sonido puede ser mayor, pero recuerda que las campanas de la iglesia de O Couto suenan cada cuarto de hora y, en ocasiones, con melodías. Aunque en su día la parroquia aceptó eliminar las nocturnas y retrasar la hora de inicio tras una mediación del Concello no procedió, sin embargo, a disminuir el volumen. Fue entonces cuando el afectado decidió acudir a la justicia para obligar al Concello a tomar una decisión más contundente. Incluso, aseguró, tuvo que pagar él mismo un estudio a una empresa para que midiera los decibelios que se emitían desde el campanario. Una prueba determinante para conseguir que la justicia se pusiera de su parte en el conflicto.
«Yo pedía que se cumpliera la legislación, no era otra cosa. En la sentencia se habla de tolerancia social y es cierto, ya que como dije antes no importa que el ruido supere lo permitido en ocasiones especiales. Pero no siempre». Sobre la forma en la que los vecinos han tomado la decisión de la justicia, el afectado subraya que aunque hay de todo, muchos le han felicitado. «Hay gente que ya me lo ha agradecido. En esto tuve que ir solo, porque muchos pensaban que no nos iban a hacer caso, porque llevaban así mucho tiempo y creían que no se podía hacer nada. Pero ha sido posible. Yo solo pedía que se rebajase el sonido», sentencia.