Esta medida va en contra de lo que establece la Constitución, que es un Estado aconfesional. Yo soy una persona religiosa, pero la jerarquía eclesiástica no es competente en estos temas.
A Federico Mayor Zaragoza (Barcelona, 1934) le preocupa que la educación no eduque. Y teme que sea eso, precisamente, lo que suceda con la reforma educativa que impulsa el Gobierno (Lomce). "Educación no es saber más inglés o más matemáticas, sino formar niños libres y responsables", afirma este catedrático de Bioquímica que fue ministro de Educación entre 1981 y 1982. Ex director de la Unesco, advierte también de que la ley Wert provoca "importantes retrocesos conceptuales" y contiene "aspectos inconstitucionales". Reclama que se escuche más a los maestros y menos a la Iglesia y critica que se cuestione el modelo de inmersión lingüística en Catalunya. Por todo ello, el actual presidente de la Fundación Cultura de Paz encabeza una plataforma con un título inequívoco: Stop Ley Wert.
¿Qué peligros entraña la Lomce?
La ley corre el riesgo de ser fugaz porque en un tema tan esencial como es la educación no se puede imponer una mayoría absoluta parlamentaria. Los gobiernos que vengan, sean del color que sean, no creo que permitan que esta ley siga adelante. El primer gran error es que en esta materia, como en la sanidad y la justicia, se tiene que ser genuinamente democrático. La mayoría parlamentaria permite la aprobación de leyes con el pensamiento de un partido, pero lo legal a veces no es auténtico y la democracia consiste en representar a la gran mayoría de los ciudadanos. El Gobierno se está precipitando al aprobar una ley que implica grandes retrocesos en materia educativa para España.
Sobre esta fugacidad de la que habla, ¿por qué no se ha llegado a un pacto de Estado en materia educativa?
Eso debería preguntárselo a los que no lo quisieron. El ministro Ángel Gabilondo convocó muchas reuniones. Realmente lo intentó y a última hora, la oposición en el Gobierno anterior nunca permitió nada. Hay que reconocer que no hubo pacto porque ellos no aceptaron ningún punto en ningún tema. Por tanto, ahora estamos en una situación parecida, sobre todo porque no se consulta a los que saben.
¿Quiénes son los que saben?
Los profesores. El profesorado español, en general, es excelente. Es dedicado, capacitado y no tiene por qué recibir lecciones de profesores de Finlandia ni de otros sitios. Pero además, la educación no depende de la escuela únicamente. Los primeros educadores son los progenitores, y así lo dice además la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Luego están los profesores, los medios de comunicación y los ejemplos que aporta la sociedad en la que el niño vive. Dicen que más vale un ejemplo que cien sermones, pero ¿qué clase de ejemplos reciben los niños ahora? Quieren que la escuela sea la única responsable de la educación de los niños, pero ¿y en casa qué? ¿y en la calle qué sucede? ¿y en los medios de comunicación qué se dice? Es que para justificar la Lomce, tanto el presidente del Gobierno como el ministro Wert, ponen de referencia un informe de la OCDE cuando la OCDE no tiene nada que ver con la educación. Es una institución de los países más desarrollados y más ricos del mundo.
Luego nos ponen de ejemplo a los niños de Finlandia. Pues mire usted, son distintos los niños de Finlandia. Y además, España no tiene necesariamente que copiar a los niños de Finlandia; lo que no estaría mal es que los padres españoles copiaran a los padres de los niños de Finlandia. Porque las madres asisten regularmente a las reuniones de las AMPAS y se preocupan por la personalización de la educación de sus hijos, pero no es el caso de la mayor parte de los padres.
Hay muchas cosas que se tienen que mejorar. Pero hay muchas que están bien en la ley actual. Dejemos las que están bien y cambiemos las que hay que cambiar. Pero cambiémoslas en consulta con los consejos escolares, con los profesores, con los maestros, que son los que saben lo que hay que hacer.
¿Qué se tendría que cambiar de la ley actual?
Tendría que haber más filosofía, más enseñanzas artísticas. ¿Qué es lo que distingue a cada persona? La capacidad de pensar, de reflexionar, de imaginar, de inventar, de crear. Lo que no podemos hacer es eliminar todo esto. Hay que mejorar la relación entre los profesores y los padres, hacer que la educación sea más personalizada, cada estudiante es distinto. Lo peor que le puedes decir a un niño es "oye, tú vas retrasado". Porque el niño al que se le dice eso siempre irá retrasado. Se tiene que decir al revés: "¡Qué bueno eres tú en humanidades!" o "¡qué buena eres tú tocando el piano!". Esto es lo que se tiene que hacer y esto es saber educar.
Según la Unesco, la educación es formar a niños libres y responsables. ¿Se conseguirá eso con la Lomce?
Lo dudo. Educación no es saber más inglés o más matemáticas. Educación es lo que dice la Unesco, una definición que además está muy en la línea de la que dio Francisco Giner de los Ríos hace un siglo: "Educar es dirigir la propia vida". Eso no tiene nada que ver con lo que está haciendo el Gobierno ni con la definición que da la OCDE. Se confunde la educación con la profesionalidad, con la capacitación profesional, con las habilidades o destrezas que se puedan tener en una técnica determinada y eso no tiene nada que ver con la educación.
¿Qué opina de que se elimine Educación para la Ciudadanía y que la Religión vuelva a ser evaluable?
Esta medida va en contra de lo que establece la Constitución, que es un Estado aconfesional. Yo soy una persona religiosa, pero la jerarquía eclesiástica no es competente en estos temas. El Gobierno debería seguir lo que dice la Declaración de los Derechos Humanos: hasta la edad de la emancipación, los niños se educan en las creencias decididas por sus padres o tutores. Pero una cosa es que se eduquen en ellas voluntariamente porque es el deseo de los padres y otra es que sea una disciplina evaluable y que los niños que no cursen esa materia sigan una disciplina ética. Han eliminado la asignatura que era motivo de objeción de consciencia por parte de las jerarquías eclesiásticas y del propio Rajoy y ahora la han convertido en una alternativa ética que los niños que elijan Religión no estudiaran.
Lo mejor que podría hacer el ministro es aceptar que no hace falta una nueva ley y menos una ley de retroceso, de segregación, de valoración y de elecciones excesivamente prematuras del recorrido escolar. Creo que la ley no debería ser impuesta y, si lo es, que sepa el ministro que habrá muchos objetores de conciencia.
De momento lo que ha generado la Lomce es que la comunidad educativa se una para luchar contra ella.
A las mareas les tenemos que tener respeto. Porque la marea se puede convertir en tsunami y los tsunamis no son buenos para nadie. Hace muchos años que escribí en la pizarra "evolución, revolución". Cuando uno escribe la palabra revolución y le quita la "r" queda evolución. Evolución es cambiar lo que debe cambiarse y conservar lo que debe conservarse. Esto es lo que hace la naturaleza y lo que tenemos que aconsejar a todo el mundo.
El Gobierno se escuda en la crisis para justificar estas modificaciones.
Y por la crisis se están eliminando profesores, reduciendo interinos… ¡Vayan ustedes a recortar a otro lado, recorten en otras cosas! Se puede recortar en los excelentes retiros que se llevan algunos señores que además no se han comportado de manera solidaria cuando han ocupado altos cargos en la Administración financiera. Que recorten en ciencia, en sanidad, en educación o en justicia es un error. Porque de eso depende el futuro de España. El futuro de España no depende de que los niños aprendan más inglés o más matemáticas.
Uno de los principales argumentos de Wert es que su ley rebajará el abandono escolar, que alcanza el 24,5%. ¿Cree que será así?
No. Además eso depende de los baremos. ¿Qué se entiende por éxito escolar? No es que los alumnos sepan matemáticas, inglés o las mismas disciplinas que en Finlandia. Lo que me preocupa es que la educación no eduque. Un niño puede saber muchas matemáticas y mucho inglés y ser un perfecto maleducado. Además, hay que reconocer que el abandono escolar ha sido, en buena medida, la llamada de la oferta de oferta de trabajo durante la burbuja inmobiliaria.
Wert justifica los recortes diciendo que la mejora de la calidad de la enseñanza no va ligada a la inversión económica. ¿No se va a notar el tijeretazo de 6.000 millones en tres años?
Esto es una simpleza. Si quieren imponer algo en lo que yo creo que se equivocan, es su decisión, pero al menos que no digan simplezas. No todo depende del dinero, pero un señor que aplica un recorte de esta talla al sistema educativo debería penárselo dos veces. El futuro de un país depende de la calidad educativa y la calidad educativa se logra con menos alumnos por aula, con un gran sistema de formación permanente del profesorado y con una gran relación entre padres y tutores.
¿Qué opina de que se financien con fondos públicos centros que segregan a los alumnos por razón de sexo?
Esto es inconstitucional. No se deberían financiar y, es más, yo creo que no se deberían autorizar, ni con fondos privados ni con fondos públicos.
Usted es catalán… ¿cree que la enseñanza de lenguas cooficiales es un problema que requiere solución en Catalunya, como plantea el Gobierno?
En España hay muy pocas variantes lingüísticas, que son una riqueza excepcional, y el Estado central tiene que decir que cuantas más lenguas españolas se sepan, mejor. Yo tenía cinco años cuando Franco suspendió en Catalunya la enseñanza del catalán y en mi época hablábamos más catalán que nunca porque lo clandestino siempre atrae. Los niños no aprenden las lenguas de forma comparativa, sino de forma intuitiva.
Yo soy muy catalán, soy un ciudadano del mundo, creo que cuantas más lenguas se hablen, mejor, y por tanto, me parece muy mal que se hable de españolizar Catalunya. ¿Pero qué es eso? Los separadores son peor que los separatistas. No se puede ser separador, no se puede estar siempre haciendo que haya personas que reaccionen frente a ese separatismo centralizador. Si se quiere cambiar un modelo que en Catalunya funciona bien es porque se tiene nostalgia de la España, una, grande y libre.
¿Qué les diría a los jóvenes que se van de España empujados por el paro?
Les diría que lo siento mucho, pero estoy seguro de que esto va a durar poco. Les diría que el declive de un sistema que en estos momentos provoca un trastorno en Europa va a ser fugaz. El futuro del país depende de esta gente joven, a la que nosotros tenemos que dedicar la mayor parte de nuestros esfuerzos. El presidente Nelson Mandela dijo: "La gran responsabilidad de cada generación es la siguiente". Y nosotros les estamos diciendo a nuestra juventud "márchense" cuando lo que tendríamos que decir es "márchense los que quieran". Que me diga el ministro que la fuga de cerebros es positiva es otro disparate. El profesor Severo Ochoa decía: "La fuga de cerebros es positiva". Y añadía: "Para el país que los recibe".
Mañana acude a la presentación de la Plataforma por la Comisión de la Verdad sobre los Crímenes del Franquismo. La ley anula las sentencias de los consejos de guerra a políticos, una reclamación histórica del movimiento memorialista. ¿Qué opina de eso?
Hay que saber afrontar el pasado. Durante 35 años, ha existido la posibilidad para un bando de conocer el pasado. Han hecho lo que les ha parecido conveniente y eso ahora no se puede negar al otro lado. Deben borrarse las trazas de aquel periodo, que fue extraordinariamente duro y del que se salió gracias al sacrificio de muchos. La Transición fue una sinfonía inacabada que ahora tenemos que culminar democráticamente. La única solución para España es mejor democracia y más democracia. Esa es la solución para que dentro de este sistema democrático, la democracia se extienda de forma retrospectiva y queden anulados todos los actos dictatoriales.
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