Nos enfrentamos así a la última de las disputas internas, bajas pasiones y guerras políticas que han marcado la historia de la Iglesia Católica desde su nacimiento.
“Hay un gran temor que no es una exageración, el Papa corre peligro. Se enfrenta a enemigos internos y externos altamente peligrosos. Más cuando está atacando sus intereses personales”. Esta es la dura advertencia que el escritor y periodista colombiano, Camilo Chaparro, realiza en El Papa contra el diablo, obra editada por Turpial en la que se analiza quienes podrían estar interesados en asesinar a Jorge Mario Bergoglio.
“Fuerzas del mal camufladas en sotanas”
Tras largos años invertidos en la investigación papal y la ardua tarea de recopilar información histórica sobre los cónclaves del Vaticano, Chaparro, advierte de la existencia de una trama conspiranóica que irremediablemente implica “enfrentamientos con fuerzas del mal camufladas en sotanas”.
Quieren asesinar al Papa
En opinión del autor, el objetivo de imponer una Iglesia pobre y para los pobres tienen al papa en alto riesgo. De hecho, el periodista especializado en temas del Vaticano asegura que “desde la Edad Media un pontífice no corría tanto peligro”. Quieren, en definitiva, asesinar al Papa. Y en contra de lo que muchos podrían pensar, los principales interesados en evitar que Jorge Mario Bergoglio continúe con su papado son “un montón de obispos y cardenales, sobretodo italianos que no quieren el cambio sino mantener sus focos de poder”.
Las medidas del Papa
En este sentido, Camilo Chaparro recuerda que tan sólo en sus primeros cuatro meses de pontificado, Bergoglio “impuso un estilo sobrio y sin protocolos, convocó a la Iglesia a servir a los pobres, no se dejó aislar viviendo en el Palacio Apostólico, denunció el lobby gay, se metió de frente en el tenebroso Banco Vaticano y en el oscuro manejo del dinero de la Santa Sede e integró una comisión de ocho sabios para reformar las estructuras de la Casa de Dios”.
“En alto riesgo”
Empezó de este modo una revolución pacífica que le sitúan en “alto riesgo”. Para el autor, “estamos, por fin, ante un pastar atacando a los lobos”. Y lo hace “con el evangelio en la mano” y sin defraudar a los que le eligieron “para cambiar el rumbo de la Iglesia Católica y salvarla de la corrupción que la pudre por dentro y por fuera”.
Lista de fracasos
“Este es un pontífice que, si lo dejan y la única manera de no dejarlo es por las malas, limpiará la Iglesia de manera definitiva”, agrega el autor en El Papa contra el diablo. El problema estriba en que muchos han intentado esa limpieza, pero casi todos han fracasado: “Juan XXIII se lanzó a la reforma profunda y revolucionaria de toda la Iglesia (…) pero el tiempo no le alcanzó para llegar al final de su misión. Pablo VI intentó asumir la transformación de la curia, pero el sistema también lo doblegó. Juan Pablo I no pasó de los 33 días. Juan Pablo II también enfrentó ese reto con la constitución Pastor Bonus en 1988, pero todo quedó en un extenso documento de ideas y buenas intenciones, pero sin mayores desarrollos prácticos”.
“Un pastor entre lobos hambrientos”
En cuanto a Benedicto XVI, Chaparro tiene claro que “fue un pastor rodeado de lobos hambrientos. Lo aislaron y sin contemplación lo sacrificaron”. Algo lógico si se tiene en cuenta que el gran problema del Vaticano es que “los corruptos están en la propia Iglesia haciendo de las suyas en la total impunidad”.
“Delincuentes, corruptos, mafiosos, políticos y terroristas”
“Por ejemplo, el Banco Vaticano o banco de Dios ha sido utilizado desde hace por lo menos 30 años para lavar dinero de todo tipo de delincuentes, desde corruptos hasta mafiosos, pasando por políticos y terroristas. Todas las teorías que sostienen que Juan Pablo I fue asesinado dan por supuesto que el motivo está en que quería limpiar las finanzas de la Iglesias”, explica el autor.
¿Quién ganará la batalla?
Ahora, ante un contexto en el que claramente la curia romana está aferrada al poder, al dinero y al sexo, cabe preguntarse quién ganará la batalla. Si lo hará el nuevo Papa apoyado por cardenales no italianos que se cansaron de los escándalos de corrupción, o por el contrario volverá a triunfar la mafia que quiere mantener el control de la maquinaria católica. Nos enfrentamos así a la última de las disputas internas, bajas pasiones y guerras políticas que han marcado la historia de la Iglesia Católica desde su nacimiento.
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