La negativa de los testigos de Jehová a las transfusiones de sangre y un ayuno evangélico que terminó con la muerte de un menor son noticia hoy en el mundo.
Ambas noticias son evidencia de como el pensamiento religioso es negativo para la sociedad. Para ser responsables y bondadosos no se requiere la religión, pero para matar a un menor de edad al negarle una transfusión de sangre o imponerle un ayuno prolongado se hace necesario la acrítica e irracional religión.
Derecho a la vida está por encima del de la libertad religiosa.
Los Testigos de Jehová se oponen a las transfusiones de sangre, según ellos, porque en la sangre está la vida. En una interpretación hecha por el Cuerpo Gobernante de Brooklin, New York. Esto ha llevado a cientos de testigos de Jehová a morir por estas absurdas negativas. No obstante, la justicia ha intervenido cuando los implicados son menores de edad.
En Perú, el juez de familia Yuri Corrales, del módulo de justicia de Paucarpata; ordenó la transfusión de sangre a una adolescente de 15 años; cuyos padres se oponían a la práctica porque su religión, Testigos de Jehová, se los prohibía.
El juez, Yuri Corrales, exhortó a los padres de familia a proteger el derecho a la vida de su menor hija que se encontraba en la unidad de cuidados intensivos tras sufrir un accidente de tránsito.
El juez Corrales recordó la Convención de los Derechos del Niño; indica que “El interés superior del niño es una consideración primordial que debe ser atendida en toda medida concerniente a los niños que adopten las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos”.
Corrales añadió que en la resolución al expediente 670-2015 que el derecho fundamental a la libertad religiosa, está reconocido como derecho fundamental; sin embargo, se encuentra limitado por el ejercicio de los derechos elementales y otros bienes constitucionalmente protegidos como la salud que está fundamentalmente relacionado con el derecho a la vida.
El pasado junio de 2014 en Argentina un juez también tuvo que intervenir y ordenar una transfusión de sangre a dos gemelos varones de 20 días de vida que habían nacido prematuros. en este caso no había ningún sustituto para la sangre – como alegan los testigos de Jehová. Esto ocurrió en el Hospital Oñativia, de la localidad bonaerense de Rafael Calzada.
Un retroceso se dio en Brasil el año pasado cuando el Tribunal Supremo consideró que no era asesinato el impedir la transfusión de sangre a menosres de edad por motivos religiosos. En 1993 la niña Juliana Bonfim da Silva fue hospitalizado por una leucemia, y aunque la transfusión de sangre era la única alternativa para salvarla, sus padres -un policía retirado y una lavandera- no autorizaron el procedimiento.
La menor de 13 años murió y sus padres, también testigos de Jehová fueron acusados de homicidio doloso ante un jurado popular.Sin embargo en la tercera semana de agosto de 2014 los dos ministros del Tribunal Superior de Justicia (STJ), Sebastião Reis y Maria Thereza, concedieron un recurso de habeas corpus para los padres diciendo que no es homicidio impedir la transfusión de sangre.
En el 2013 un juez también debió intervenir para salvar a un joven indoctrinado por padres testigo de Jehová de 17 años en Australia. “La santidad de la vida, después de todo, es la razón más poderosa para mí y determinar las órdenes, ya que es el respeto a la dignidad humana. El niño aún es muy joven, pero tiene una gran inteligencia madura”, afirmó el juez Ian Gzell, del Supremo Tribunal de Justicia.
Ver: Los Testigos de Jehová y las transfusiones de sangre
Ayuno mortal
Pastora Aracely Meza, de la Iglesia Internacional Jesús es Rey
Los evangélicos, pentecostales, adventistas y otros creyentes ayunan para hacer peticiones a su dios. Al parecer dios se conmueve más con el sufrimiento humano. ¡Cómo si no hubiera ya suficiente en el mundo! Pues bien, la pastora Aracely Mesa de la Iglesia Internacional Jesús es el Rey sometió a su congregación a un ayuno de 25 días con el fin de ¡sacarles demonios!
Tras el ayuno un niño de dos años, hijo de miembros de esta iglesia, murió. Ahora la pastora de origen mexicano se encuentra encarcelada en el Estado de Texas, Estados Unidos.
La pastora debe pagar una fianza de 100,000 dólares (unos 92 400 euros) para enfrentar el proceso judicial en libertad. Mientras tanto, los creyentes padres viajaron a México a enterrar al pequeño.
Y todo por ideas irracionales como la de la existencia de los demonios o la de un dios que escucha plegarias.