Navarra Suma ha fracasado en su intento de diluir la proposición de ley de reconocimiento de las víctimas de abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia católica en Nafarroa al ser rechazadas la práctica totalidad de las enmiendas con las que buscaba descafeinar la norma.
Con el rechazo de la práctica totalidad de las enmiendas que había presentado, NA+ ha fracasado en su intento de diluir la proposición de ley de reconocimiento de las víctimas de abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia católica en Nafarroa.
La Comisión de Políticas Migratorias y Justicia del Parlamento de Nafarroa ha debatido y votado las enmiendas presentadas a la citada norma. En concreto, se trataban de veinte presentadas por Navarra Suma y una in voce del resto de grupos que buscaba subsanar una errata que aparecía en el texto.
La defensa de las enmiendas presentadas por Navarra Suma ha corrido a cargo de Iñaki Iriarte, quien ha insistido en el argumento ya empleado por su formación de que debería tratarse de una ley que afectara a todas las víctimas de abusos sexuales con independencia del ámbito en el que se hayan producido.
Iriarte ha considerado que «no son convenientes leyes que puedan amparar o excluir a víctimas según el ámbito donde se han producido los abusos», incluso ha deslizado la idea de que una norma centrada en un contexto específico «podría vulnerar el principio de igualdad ante la ley».
Además, desde NA+ se buscaba introducir cambios en la Comisión de Reconocimiento y Reparación de las víctimas que contempla el proyecto de ley, como modificar la composición actualmente fijada y el quórum con el que se aprobarían sus decisiones.
Sin embargo, los grupos han mostrado su rechazo frontal a las enmiendas presentadas por NA+, salvo en un caso en el que se introducía un matiz en la redacción de un artículo.
Por el PSN, Virginia Magdaleno ha reprochado a NA+ que no hiciera ninguna aportación a la proposición de ley, que votara en su contra en el trámite de admisión y ahora «cometa la incongruencia de presentar 20 enmiendas». Ha añadido que la coalición de derechas busca «una excusa para votar en contra de esta ley». Ha considerado sobradamente justificada la existencia de esta norma, porque los abusos sexuales en la Iglesia «tienen identidad suficiente» y ha criticado los cambios planteados para la Comisión ya que «buscan obstruir su funcionamiento».
En el mismo sentido se ha expresado Blanca Regúlez, de Geroa Bai, quien ha reconocido que hay víctimas de abusos en otros ámbitos que «también podrían ser objeto de una ley, pero esta va encaminada a un grupo concreto». Y ha puesto de relieve la necesidad de dar pasos «para paliar el dolor de estas víctimas».
Desde EH Bildu, Arantxa Izurdiaga también ha señalado que «hay otras víctimas que han sufrido y deben ser objeto de reconocimiento y reparación», pero ha insistido en la necesidad de esta ley centrada en las registradas en el seno de la Iglesia católica. Ha afeado a Navarra Suma que «con sus enmiendas busca otra forma de ocultar la realidad de lo que ocurrió, que es lo que ha hecho la Iglesia hasta que se ha visto que era una realidad innegable. Y entonces ha intentado diluir su responsabilidad y no lo vamos a aceptar».
Mikel Buil, de Podemos, ha recordado que «todas las víctimas tienen un estatuto y una oficina a la que acudir, no están desprotegidas», ha puesto el acento en que «esta ley emana de una realidad que ha venido a esta Cámara» y reprochado a Navarra Suma que «les va mucho lo de contraponer unas víctimas con otras».
Por su parte, Marisa de Simón, de I-E, también se ha posicionado en contra de la mayoría de las enmiendas presentadas por NA+ y ha insistido que el proyecto de ley se adentra en unos abusos en los que «el abusador tenía un poder moral y las víctimas estaban totalmente indefensas. Eran hechos conocidos y fueron silenciados, ocultados».