Miles de alumnos que cursan Religión en Primaria irán a ver a la Morenita a lo largo de las dos semanas que la sagrada imagen permanecerá en la parroquia de La Concepción de Santa Cruz y en la catedral de La Laguna
A lo largo de las dos semanas que la imagen de la Virgen de Candelaria permanecerá en Santa Cruz, en la parroquia de la Concepción, y en La Laguna, en la catedral, miles de escolares de Primaria irán a visitar a la Morenita. Las visitas comenzaron ya el pasado lunes y se repetirán todos los días hasta el próximo viernes, cuando la sagrada imagen partirá hacia La Laguna.
Según explicó ayer Jesús Manuel Gil Agüín, delegado episcopal de la visita de la imagen, a esta visitas programadas acuden los alumnos de la asignatura de Religión de los colegios, tanto públicos, como concertados y privados, de toda la Isla. Ayer mismo acudieron los escolares de los centros de Las Dominicas y de La Pureza de María de La Cuesta, Los Realejos y Santa Cruz. “Nos hemos reunido como gesto de amor hacia nuestra Madre. Más de 3.500 alumnos de los tres colegios ofrecemos a la Virgen nuestras cartas, flores y oraciones. En ellas están los deseos, peticiones, intenciones y acción de gracias hacia ella”, comunicaron desde La Pureza.
“El objetivo de las visitas es acercar la figura de María a los niños, evidentemente a aquellos niños que, por educación o formación, han optado por la educación religiosa, cristiana. Y, en definitiva, acercarles al hecho religioso y a la fe”, explicó al respecto el delegado episcopal de la visita. Jesús Manuel Gil Agüín recordó que la educación religiosa es opcional en España, pero destacó que casi el 80% de los padres matriculan a sus hijos en esta asignatura.
Estas visitas son también “una manera de incentivar un valor fundamental en nosotros, que es la fe, y para un joven la fe es un valor añadido, es decir, cuando uno tiene también el hecho trascendente en su vida, pues ayuda, evidentemente”, apuntó Agüín. Cuestionado sobre la distancia entre la juventud y la fe en la actualidad, Agüín indicó que se trata de un “fenómeno sociológico global, de desidia y falta de compromiso, no solo en materia religiosa sino también en política y otras”.