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La Suprema Corte de Justicia de la Nación está a punto de prohibir que los municipios de Chocholá, Mérida y Mocochá, en Yucatán, coloquen símbolos religiosos en espacios públicos pagados con recursos municipales —como ocurrió en diciembre del 2020—, pues violarían la libertad religiosa y el estado laico, así como los principios de igualdad y no discriminación, según un proyecto de resolución del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá.
Esto sentaría un precedente a nivel nacional, pues muchos de los altares de muertos en noviembre, a la Virgen de Guadalupe en diciembre y los nacimientos propios de la época navideña son costeados con dinero del erario. Funcionarios católicos, para mantener las tradiciones religiosas, costean con recursos municipales, estatales o federales las misas y otros gastos de esas y otras festividades.
Hace dos diciembres, las alcaldías yucatecas antes señaladas pusieron nacimientos en espacios públicos costeados con recursos gubernamentales, por lo que la Asociación Civil Kanan Derechos Humanos interpuso un litigio para evitar que en lo sucesivo los impuestos se destinaran a costear eventos religioso propios del catolicismo. La mayoría de las iglesias evangélicas no acostumbran a hacer estas representaciones, ni ponen altares en Día de Muertos. Lejos de ello, ministros de culto no católicos y padres de familia han levantado quejas ante la Secretaría de Educación Pública pues “obligan” a sus hijos a participar en esas tradiciones.
Las iglesias evangélicas, que son la segunda fuerza religiosa en México, no acostumbran las peregrinaciones, aunque hay grupos carismáticos y neopentecostales que iniciaron hace algunos años una “Marcha de Gloria”, que en un principio los organizadores pretendieron recibir un “apoyo gubernamental” pero los gobernantes en turno, al sopesar lo redituable de la “inversión” decidieron sólo prestarles sillas, lonas y un equipo de sonido para llevar a cabo el show religioso.
Organizaciones católicas como el Frente Nacional por la Familia y la misma Conferencia del Episcopado Mexicano han malentendido la resolución de la SCJN, que por cierto será votada mañana 9 de noviembre, pues consideran que “una expresión religiosa individual o colectiva (como la representación del nacimiento de Jesucristo), no implica su imposición a los demás”. Sin embargo, no toman en cuenta que lo indeseable del asunto es que estos nacimientos, o cualquier otro tipo de festejo, sean pagados con los impuestos de todos los mexicanos, incluyendo los que no profesan el catolicismo.
Esta determinación pudiera también dar pie a que en lo sucesivo se prohibiera destinar recursos del erario para apoyos logísticos, peregrinaciones, pago de transporte y alimentos para los fieles en cada lugar donde se veneran símbolos católicos. Muchos centros de trabajo y oficinas públicas cuentan con un altar en su interior dedicado a alguna deidad y su conservación también está contemplado dentro del presupuesto que tienen.
Así pues, la Corte resolverá que no es legal destinar recursos, en cualquiera de sus niveles, para sufragar gastos que corresponden a una manifestación religiosa, sin que ello signifique la prohibición de creencia alguna.
PALABRA DE HONOR: La Conferencia del Episcopado Mexicano expresó su “franca preocupación” por el impulso de la 4T a la Reforma Constitucional en materia electoral porque, dice “es claramente regresiva”. Los evangélicos… calladitos se ven bonitos.
