El proceso constituyente de la Segunda República supuso un momento crucial de una gran relevancia porque se tradujo en un intenso debate entre distintas posturas y sensibilidades, ya que, en el mismo se intentaba democratizar el sistema liberal clásico, ya superado por la Dictadura de Primo de Rivera, en clara polémica con las resistencias al cambio de otros sectores políticos, sociales y económicos, y ante las urgencias de una gran parte de la sociedad española con tantas carencias y dificultades.
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Sin lugar a dudas, una de las cuestiones que más importaba a la Masonería tenía que ver con la relación entre la Iglesia y el Estado. Ya hemos aludido a la libertad de conciencia, al matrimonio y a la enseñanza laica, pero ahora interesaba definir otros aspectos, como la estricta separación de la Iglesia del Estado, la expulsión de las órdenes religiosas extranjeras y sometidas, las nacionales, a la legislación de asociaciones.



