La Comunidad de Madrid ha hecho público el nuevo convenio firmado con la iglesia. Por la asistencia anual de 53 capellanes a tiempo completo y 20 a tiempo parcial se pagarán de las arcas públicas el total de 937.187 euros sin incluir las compensaciones.
El Boletín Oficial Nº 176 de la Comunidad de Madrid, publicado el 22 de julio, da cuenta del nuevo convenio entre la Consejería de Sanidad, el Servicio Madrileño de Salud y la Provincia Eclesiástica de Madrid (Archidiócesis de Madrid, Diócesis de Alcalá de Henares y Diócesis de Getafe) para la asistencia religiosa católica en los centros hospitalarios del Servicio Madrileño de Salud.
El acuerdo, firmado el pasado 6 de julio, establece que la Provincia Eclesiástica de Madrid a través del Servicio de Asistencia Religiosa Católica (SARC), asistirá a los hospitales de la Comunidad según el siguiente criterio: hasta 100 camas, un capellán a tiempo parcial; de 100 a 250 camas, un capellán a tiempo pleno y uno a tiempo parcial; de 251 a 500, dos a tiempo pleno y uno a tiempo parcial; de 501 a 800 camas, tres a tiempo pleno. Y más de 800 camas, de tres a cinco capellanes a tiempo pleno.
En referencia a ese baremo quienes cubran la asistencia religiosa católica en los hospitales de la Comunidad serán 53 capellanes a tiempo completo y 20 a tiempo parcial, con una escala salarial anual de 14.967,29€ por cada uno de los primeros (en total 793.266,37 euros), y 7.574,81 euros por cada uno de los segundos —una suma de 143,921,39 euros—. El total de la erogación a cubrir desde las arcas públicas asciende en consecuencia a 937.187,76 euros por la asistencia de 73 capellanes.
De esta forma, el hospital que más capellanes a tiempo completo tendrá (8) es el de La Paz, con 1.101 camas; seguido del Gregorio Marañón (1.142 camas), el 12 de Octubre (1.123 camas) y el Ramón y Cajal (822), con cinco capellanes respectivamente. El Hospital Universitario Severo Ochoa, de Leganés, uno de los que más sufrió las consecuencias de la pandemia, se queda con un capellán a jornada completa y otro a tiempo parcial.
Pero el gasto religioso previsto no termina ahí. Según se especifica en el ANEXO III del convenio, “además de las cantidades citadas las Gerencias abonarán a la Provincia Eclesiástica de Madrid con carácter compensatorio el importe de la cotización empresarial a la Seguridad Social según el régimen especial del clero, sin que ello implique la traslación a la Comunidad de Madrid a través de la Consejería de Sanidad o al Servicio Madrileño de Salud ni a sus hospitales adscritos de la obligación de cotizar y responsabilidad del ingreso de las cotizaciones, que corresponde en exclusiva a las diócesis”. Es decir que el importe final superaría el millón de euros.
Con independencia de lo que pagará el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, se establece también un “voluntariado católico” que es gratuito y acompaña la tarea de los capellanes. Entre otras cosas tendrá la función de “colaborar con los profesionales sanitarios y los servicios del hospital en la humanización y en la asistencia integral al enfermo”.
En medio de la pandemia, y con todas las miradas puestas en la falta de rastreadores —apenas 30 cuando el 13 de mayo la Comunidad había anunciado 400—, cuando crecen las dudas sobre las cifras de contagios que ofrece la Consejería de Sanidad madrileña, muchos servicios de urgencias permanecen aún cerrados y persisten las denuncias del personal sanitario por la falta de medidas para trabajar en un posible rebrote de covid-19, la única disposición que parece haber adoptado la Comunidad de Madrid es este convenio de asistencia religiosa.