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“Los yihadistas declaran su anhelo de recuperar Al Andalus como paso previo a la conquista final”

Eduardo Martín de Pozuelo, Jordi Bordas, periodistas y Eduard Yitzhak, doctor en Filosofía son los autores de Objetivo: califato universal un libro imprescindible para entender que está pasando con el terror yihadista. El trabajo de investigación les ha llevado más de catorce años invertidos en el conocimiento del Corán y de la vida de Mahoma y en el seguimiento del radicalismo desde antes de los atentados de Estados Unidos. En esta entrevista con ELPLURAL.COM, dicen que los yihadistas anhelan recuperar Al Andalus como paso previo a la conquista final.

P- ¿Existe un “yihadismo” ancestral que resurge cada tantos siglos?

R.-El yihadismo radical al que te refieres forma parte de la historia de la religión musulmana. Lo que ocurre es que ahora, por diversos motivos, ha aflorado de manera muy perceptible. Si quisiéramos hacer un resumen rápido podría decirse que los fundamentalistas musulmanes han iniciado una guerra por sus creencias similar a la llevada a cabo por cristianos hace siglos.

P.- ¿Hasta qué punto el yihadismo es “una creación” surgido de actuaciones occidentales?

R.- No es un invento. El yihadismo está en la esencia del Islam. Es el combate por Alá y la expansión del Islam iniciado por el mismo Mahoma. Otra cosa es la posibilidad y posibilidad de practicarlo. Reaparece cuando las condiciones le son favorables.Estalla como reacción por lo que consideran una “agresión de Occidente” contra el mundo musulmán con distintos punto de partida, incomprensiones y errores, el más reciente de ellos la segunda invasión de Irak abanderada por Bush, Blair y Aznar. Otro desastre ha sido la actuación en Libia y otro anterior lo sucedido en Afganistán, donde EE.UU. que decía defender la democracia se equivocó de enemigo apoyando a los Talibanes. Hay más y la historia es larga. En el libro hacemos referencia a hechos históricos que nos conducen hasta el presente.

P.- ¿Dentro de esa historia cual es el papel de las monarquías árabes?

R.-El monstruo yihadista, como Al Qaeda, Estado Islámico o Daesh o Hamás, apoyado y alimentado por las potentes monarquías musulmanas, ha servido para jugar contra Occidente, pero ahora el monstruo se le ha tirado en contra. Como Frankenstein acaba enfrentado a su creador. El componente religioso que lleva consigo el actual tsunami yihadista resulta un aspecto tan delicado y peligroso para los países musulmanes monárquicos que les ha obligado a mostrarse más que cautos. Eso explica que en el primer momento no se opusieran a los yihadistas radicales o que les apoyaran bajo mano con la condición de que no actuaran en el interior de sus países.

P.- “De los 1.700 a 1.900 millones de musulmanes que hay en el mundo, sólo 425 millones son fundamentalistas y de ellos son 75 millones los yihadistas con vocación terrorista”, explicáis. ¿Por qué no hay una reacción mayor en el mundo musulmán?

R.- Para nosotros esa es la cuestión clave para reconducir el problema. Si la mayoría musulmana no radical diera el primer paso y plantara cara al yihadismo fundamentalista, la solución a este problema empezaría a estar bien encaminada.

Los países occidentales, por miedo, comodidad, miopía política, y a veces por ignorancia, como el caso de la ayuda a la Hermandad Musulmana de Egipto, han apoyado a los salafistas y yihadistas cuando les ha convenido. Sucedió con los talibanes cuando inicialmente recibieron ayuda de los EEUU. La creencia -muy europea- de que los radicales se podrían moderar al comprender la belleza de la democracia ha arrinconado a los sectores más liberales del mundo musulmán que se han visto desamparados y desautorizados.

P.- Las cárceles son una ‘universidad’ de yihadistas e Internet es la clave para la cohesión del extremismo islámico. ¿Los Gobiernos están actuando correctamente en ambos ámbitos?

R.-Ahora están reaccionando, aunque con cierto retraso. Al convencerse de que ese fenómeno también se da en sus territorios –los numerosos atentados son la prueba más fehaciente de que el problema yihadista existe de verdad- se han puesto manos a la obra. No obstante los radicales tienen sus propias redes sociales que funcionan muy bien. En cuanto a las cárceles, los funcionarios de toda Europa tienen manuales para detectar cambios de actitud que indiquen que un recluso se ha radicalizado. Por ejemplo, dejar de fumar puede ser un indicio

P.- Habláis de la conexión histórica que se apunte entre el nazismo y el yihadismo radical.

R.- Durante la Segunda Guerra Mundial, Amin al Husayni, el gran muftí de Jerusalén (la máxima autoridad musulmana de la ciudad) y creador del Congreso Islámico Mundial, se reunió, entre otros altos cargos nazis, con el hauptscharführer de la SS, Adolf Eichmann, para hablar de “la cuestión judía”. A cambio de apoyar el plan antijudío de Gobierno de Hitler (“Es mejor quemarlos que encerrarlos”), recibió ayuda financiera y militar para impulsar su proyecto islámico radical. Poco tiempo después, en 1941, Al Husayni fue recibido por Mussolini quien también se comprometió a ayudarle en la causa palestina contra los judíos. El 1 de marzo del mismo año, Al Husayni arengó en Berlín a las tropas musulmanas de la SS con estas palabras: “Matad a los judíos dondequiera que los encontréis. Esta agradará a Alá, a la historia y a la religión (islam). Alá está con vosotros”.

Cuando se produjo el ataque a USA en el 11-S de 2001, el FBI investigó las conexiones entre Atta y los grupos de supremacía blanca y nazis ya que se da por hecho que el enlace entre ambas ideologías continúa. Nazismo e islamismo radical es una ecuación que sigue vigente.

Portada de Objetivo: califato universal.

P.- “La Península Ibérica debe ser reconquistada”. ¿Cómo calibráis la amenaza real a que podemos enfrentarnos?

R.-Al ser una reivindicación histórico-religiosa a la que nunca han renunciado y que consideran irrenunciable (su Al Ándalus abarca toda le península ibérica y la mitad sur de Francia), no deja de ser un motivo de preocupación. Creemos que no se trata únicamente de bravuconadas. Estas semanas, Daesh o el Estado Islámico ha proferido su primera amenaza en español contra España. Antes ya lo había hecho en repetidas ocasiones Al Qaeda en el Magreb Islámico, la propia Al Qaeda central y otros grupos afganos y paquistaníes. Estamos convencidos, dados sus reiterados mensajes en el que declaran con total sinceridad su anhelo de recuperar las tierras que creen ser suyas, como paso previo a la conquista final, el Califato Universal. En ese empeño entra de lleno Al Ándalus.

P.- El núcleo del extremismo yihadista agrupa a más de 2000 organizaciones terroristas. ¿Cuántas operan o tienen relación con España?

R.- En España actuó hace años la OLP, luego una versión local de marroquíes, inspirados por la doctrina de Al Qaeda, cometió los atentados de Atocha. Más tarde, en Barcelona, un grupo paquistaní ligado a los talibanes intentó un atentado de la misma magnitud que el 11-M y ahora todo pivota alrededor del Estado Islámico o Daesh. No obstante el problema no sólo es español, ni siquiera europeo. Es universal y por lo tanto estamos ante una nueva fórmula de guerra mundial.

Objetivo: califato universal. Editorial Libros de Vanguardia

Autores: Eduardo Martin De Pozuelo, Jordi Bordas, Eduard Yitzhak.

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