CCOO, UGT y USO se reunirán con la cúpula de la Conferencia Episcopal en un intento de “tender puentes” ante las movilizaciones que vendrán. El reencuentro viene auspiciado por el papa Francisco
Las crisis hacen extraños compañeros de viaje, y si no nos extrañamos de que el líder del PP le pida a la patronal que suba los salarios para contener la inflación, tampoco debe asombrar que los sindicatos llamen a la puerta de la Conferencia Episcopal para compartir reflexiones sobre la precariedad laboral y la situación que se presenta para las capas más desfavorecidas con la llegada del otoño.
Es lo que acaba de hacer CCOO, quien, tras un encuentro con la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), se ha brindado a mantener una reunión con los obispos, lo mismo que ya habían confirmado los secretarios generales de UGT y USO a esta organización eclesial en sendas reuniones celebradas en julio.
Con una sociedad que les va dando la espalda, hay “un cierto interés” por parte de los sindicatos en acercarse a ‘esta’ Iglesia
Se da por seguro que se llevará a cabo el encuentro entre los líderes de estos tres sindicatos y la cúpula de la Iglesia, puesto que también los obispos desean “tender puentes” con las distintas organizaciones sociales, de hecho, lo han dejado por escrito en su hoja de ruta pastoral para los próximos años, aprobada en asamblea plenaria.
Ahora, solo falta por concretar fecha, lugar y formato del encuentro, algo en lo que están trabajando ya desde la HOAC, en lo que es una iniciativa que hubiera sido impensable en la Iglesia hace solo una década, antes de la elección del papa Francisco. Entonces, fundamentalmente en los tiempos del cardenal Rouco al frente del Episcopado, la HOAC era vista con desconfianza porque se consideraba que su activismo era más político que apostólico, por lo que sus informaciones y demandas ante el Primero de Mayo eran silenciadas desde la Conferencia Episcopal. Pero llegó Francisco, cambió el puente de mando en la Casa de la Iglesia, en Madrid, y con un presidente al frente como el cardenal Juan José Omella, la llamada ‘pastoral obrera’ comenzó a reverdecer y retomó los contactos con las fuerzas sindicales.
Sumidos también en una crisis de confianza, con una sociedad que les va dando la espalda, hay “un cierto interés” por parte de los sindicatos en acercarse a ‘esta’ Iglesia. Sus líderes no han viajado al Vaticano para ser recibidos por el Papa, como sí hicieron con evidente júbilo destacados miembros del Gobierno de coalición (como el presidente Pedro Sánchez, la vicepresidenta Yolanda Díaz o el ministro Félix Bolaños), pero entienden que, en este momento, estar en sintonía con la Iglesia del Papa argentino (quien mantuvo ya un encuentro internacional con sindicatos en 2017 y respalda la campaña ‘Iglesia por el trabajo decente’, en la que está la HOAC) “supone un espaldarazo y un balón de oxígeno” a sus reivindicaciones, según las fuentes consultadas.
Según el comunicado conjunto difundido por CCOO y la HOAC, esperan ir de la mano en las manifestaciones de este otoño
Unas reivindicaciones que, en buena medida, comparten con la HOAC, tanto en el tema de la subida del salario mínimo como en la contención de la inflación, la actualización de los salarios, la potenciación del diálogo social o la lucha contra la precarización laboral. Tanto es así que, según el comunicado conjunto difundido por CCOO y la HOAC, esperan ir de la mano en las manifestaciones de este otoño: “Hemos quedado emplazados en las necesarias movilizaciones y acciones en defensa de unos salarios decentes que garanticen una vida digna para la clase trabajadora“, señalan.
La Iglesia, ‘partera’ sindical
Aunque están retomando relaciones ahora, la Iglesia española es una vieja conocida de los sindicatos, especialmente USO y CCOO, que tuvieron sus orígenes en parroquias y conventos en la década de los sesenta del siglo pasado.
En aquella efervescencia política, pero también eclesial, debido al Concilio Vaticano II, no pocos curas comenzaron a participar y animar el embrionario movimiento sindical, de hecho, una parte de los fundadores de CCOO fueron antes militantes de la HOAC. En los salones parroquiales organizaban reuniones secretas, imprimían clandestinamente panfletos reivindicativos o celebraban sus primeras asambleas constituyentes en conventos.
Aunque a las nuevas generaciones de sindicalistas aquellos tiempos les quedan lejanos, sin embargo, siguen reconociendo “la labor de partera” que la Iglesia tuvo en el nacimiento sindical en España. Y hoy, en otro cambio de época, vuelven a llamar a sus puertas.
Las crisis hacen extraños compañeros de viaje, y si no nos extrañamos de que el líder del PP le pida a la patronal que suba los salarios para contener la inflación, tampoco debe asombrar que los sindicatos llamen a la puerta de la Conferencia Episcopal para compartir reflexiones sobre la precariedad laboral y la situación que se presenta para las capas más desfavorecidas con la llegada del otoño.