Sus Majestades los Reyes se convirtieron ayer en los primeros miembros de una Casa Real a los que el Papa Benedicto XVI recibe en audiencia privada. Se trató de un encuentro íntimo, sin pompa ni periodistas, que transcurrió en un tono «relajado y cordial» y que podría condicionar de manera decisiva la presencia del Santo Padre en el Encuentro Internacional de la Familia que se llevará a cabo en Valencia el próximo año.
Don Juan Carlos y Doña Sofía renovaron la invitación elevada hace algunas semanas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, así como por el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps. Y en esta ocasión el Papa «no se mostró contrario» a aceptar, según aseguró después ante la Prensa el propio Rey. Así que el segundo destino fuera de Italia del presente pontificado podría ser Valencia. Recordamos que al igual que sucedió con las Jornadas de la Juventud de Colonia, Juan Pablo II había confirmado su presencia antes de fallecer.
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