La Abogacía General del Estado niega que la Iglesia Pastafari reúna las condiciones de una entidad religiosa
Hace poco más de un mes, se hacía pública la noticia de que la Abogacía General del Estado negaba que la Iglesia Pastafari reuniese las condiciones necesarias para ser reconocida como una religión. El motivo expuesto en la resolución fue que los fines del pastafarismo “son ajenos a los de una entidad religiosa”.
Esta religión se dio a conocer por lo estrafalario de quien la practica: los adeptos visten como piratas y se colocan grandes coladores en la cabeza, como si de gorros se tratase. Actualmente, está oficializada en los Países Bajos, Nueva Zelanda y Australia. Pero, ¿en qué se basa el pastafarismo?
“El pastafarismo surgió cuando comenzó el mundo, aunque actualmente se conoce gracias a Bobby Henderson. El físico estadounidense se quejó en el 2005 porque en el colegio de su hijo querían enseñar la teoría del Diseño Inteligente en clase de Ciencias“, cuenta Antonio Lobo, miembro de la Iglesia Pastafari de Barcelona.
La carta de Henderson
La teoría del Diseño Inteligente defiende que las complejas creaciones del universo no pueden ser obra del azar, sino que implican la existencia de un ‘diseño’ y, por lo tanto, de un ‘diseñador’. Con esta premisa, Henderson envió al colegio de su hijo una irónica carta:
“Déjenme recordarles que hay varias teorías sobre el Diseño Inteligente. Yo, y muchos otros a lo largo del mundo, somos de la firme convicción de que el universo lo creó un Monstruo de Espagueti Volador. Fue Él quien creó todo lo que vemos y percibimos. Yo, y como yo otra mucha gente en todo el mundo, somos de la firme creencia de que las abrumadoras pruebas científicas que apoyan las teorías evolutivas no son sino coincidencias orquestadas por Él […].
Tenemos pruebas de que un Monstruo de Espagueti Volador creó el universo. Ninguno de nosotros, por supuesto, estuvo allí para verlo, pero tenemos varias versiones escritas sobre ello. Tenemos varios extensos volúmenes que explican con todo detalle Su poder […].
Estoy seguro de que se dan cuenta de lo importante que es que esta teoría alternativa se enseñe a los estudiantes. Es imperativo en grado sumo que se den cuenta de que las pruebas contrastables son discrecionales del Monstruo de Espagueti Volador”.
La carta no tardó en viralizarse a través de internet y, poco a poco, la nueva religión de la que hablaba Henderson fue ganando adeptos. Alejandro Buitrago, adepto al pastafarismo, tiene claro lo que pretenden conseguir con ella: “Estamos en contra de la estupidez y de la falta de respeto a las personas en nombre de la religión. Queremos luchar contra ello, siempre de una forma pacífica e irónica“.
Oficializar la religión
Javier Casares, también miembro de la Iglesia Pastafari, cree que la Abogacía General del Estado no está actuando bien al negarles el reconocimiento como religión. “Sabemos que el Abogado del Estado está haciendo su trabajo, pero de forma incorrecta. Básicamente la ley española dice que no se pueden emitir juicios de valor sobre una religión, pero ellos dicen que, como somos muy laxos, no podemos ser una religión oficial”, comenta.
Y es que las normas de esta religión son bastante sencillas de seguir. “Somos la única religión que te permite que seas pastafari y de ‘tu otra religión’: te damos 30 días de prueba y, si no te acaba de gustar lo que proponemos, sabemos que tu otra religión te volverá a aceptar con los brazos abiertos. Además, el pastafarismo no tiene exigencias, sino sugerencias. ¡Todo son ventajas!”, explica Casares.
No se rendirán
Casares asegura que seguirán intentando que el Estado reconozca el pastafarismo como religión. “Ya existen algunas religiones muy minoritarias como la Wicca, el Odinismo o el Druidismo que están reconocidos por el Estado. Nosotros simplemente reivindicamos los mismos derechos y obligaciones que el resto de confesiones“, señala.