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Los pastafaris, la iglesia que venera la pasta con albóndigas quiere legalizarse en España

«A todo el mundo le gusta quedar con sus amigos para tomar cervezas, que es nuestra bebida sagrada, y comer pasta y, si esto es además tu religión, pues mucho mejor». Así explica Antonio Lobo la experiencia mística que le hizo convertirse al pastafarismo, una religión también conocida como La Iglesia del Monstruo Spaghetti Volador.

Se trata de una fe que, desde el pasado 16 de Febrero, aspira a convertirse en una religión oficial reconocida por el Estado Español. Una fe que venera a la pasta con albóndigas como su Dios, al que devoran entre risas en sus reuniones regadas con cerveza mientras visten sus uniformes rituales:disfraces de pirata tocados con un colador de pasta en la cabeza.

Esta fe cuenta con dos libros sagrados que se han traducido y adaptado al castellano: La Biblia del Monstruo Spaghetti Volador y El Canon relajado. Dos obras que son un compendio de bromas e historias cómicas. «Los chistes se han adaptado al castellano para que se puedan entender bien aquí», comenta Lobo, ya que su idioma original es el inglés.

Surgió como protesta

«La Iglesia del Spaghetti volador surge en el año 2006 en Estados Unidos a causa de la legalización de la Iglesia Inteligente», explica Lobo. «Entonces, a modo de protesta, Bob Henderson (el patriarca de la fe) decidió en un gesto de protesta contra el gasto que esta legalización había supuesto al Estado, crear la Iglesia del Monstruo Spaghetti volador», añade. «Para ello», prosigue, «creó una biblia a medida (La Biblia del Monstruo Spaghetti Volador) tal y como hizo la Iglesia Inteligente».

Se trata de una religión reivindicativa, cargada de buen humor y, en cierto modo, concibe la religión como una forma de divertirse. Una jovialidad que no siempre es comprendida por los cultos tradicionales. «Muchas veces la gente dice que les insultamos y nos reímos de otras religiones, pero esto no es así. Puestos a creer, yo elijo en que quiero creer», comenta Lobo. Además, apunta a una situación paradójica que prácticamente no contempla ningún otro culto; «La Iglesia del Monstruo Spaghetti Volador no quita que tú puedas tener otras creencias propias y te permite tener fe en otros dioses».

En esencia, se trata de una religión no proselitista con elementos humanistas y del budismo tibetano: «El pastafarismo aboga por la libertad de creencia y la no jerarquía«, indica Lobo. «Aquí no hay papas, cardenales u obispos. Cualquiera que profese nuestra religión puede ser ministro, pastor o un simple prácticamente», explica. «Y además, cualquiera de nosotros puedeoficiar bodas o cualquier otro sacramento«.

Por la vía legal

Esas bodas que menciona y que a día de hoy no son legales, podrían serlo si aprueba los trámites del Ministerio de Justicia. De hecho, ya lo intentaron y no tuvieron éxito. La solicitud fue rechazada por el Registro de Entidades Religiosas en el año 2010, pero ahora, esperan conseguirlo mediante las gestiones que la comunidad realiza con un notario de Barcelona.

«Hace menos de un mes fuimos legalizados en Holanda y queremos aprovechar el momento», explica Lobo. Una maniobra para la que han recurrido a un crwodfoundig para que los fieles y simpatizantes cubran los gastos legales.

Los pastafaris cuentan con algunos antecedentes históricos a su favor como la ilegalización de los odinistas en 1982. «A ellos les legalizaron la figura de los druidas y sus rituales y ahora nosotros queremos seguir su estela», explica Lobo.

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