La comunidad Ibn Hazm celebró ayer el último rezo multitudinario antes de ir al pabellón 4, donde pasarán el verano || Confían en que el nuevo ayuntamiento les ayude a tener un templo definitivo
La comunidad musulmana Ibn Hazm celebró ayer su último rezo multitudinario en el Palau de Vidre antes de trasladarse al pabellón 4 de la Fira. Una mudanza obligada dado que las obras de rehabilitación del edificio empezarán a finales de mes, lo que supone para esta congregación musulmana, la más numerosa de la ciudad, abandonar la que ha sido su mezquita durante estos últimos once años. Ahora, proponen edificar una mezquita en la zona de Torre Salses. Una ubicación que ven viable porque cumple con la ordenanza de centros de culto y confían en que el nuevo gobierno municipal, que se constituirá tras la elección hoy del alcalde, les ayude a “desatascar de una vez por todas esta lastimosa situación”.