El religioso fallecido abusó de decenas de alumnos del Sant Ignasi de Sarrià y, tras su condena, se prometió que en el país andino haría terapia y no tendría contacto con menores
La sociedad boliviana, según recoge la prensa local y ha podido constatar EL PERIÓDICO en conversaciones telefónicas con exalumnos bolivianos de colegios jesuitas, trata de comprender ahora cómo, en ese contexto de ayuda humanitaria, pudieron los jesuitas catalanes enviar a sacerdotes que presuntamente habían cometido abusos en el colegio de Casp, como Francesc Peris, según ha informado ‘El País’, o incluso condenados por la justicia española, como Lluís To, quien, tal como reveló EL PERIÓDICO, había abusado de decenas de niños y niñas en el colegio Sant Ignasi antes de ser destinado a Bolivia, en 1993.