El Gobierno aprobó en el Consejo de Ministros de ayer un real decreto por el que se incluye a los imanes en el régimen de protección de la Seguridad Social y se equiparan los derechos laborales de los religiosos islámicos con los sacerdotes católicos.
Según el texto, aprobado a petición de los ministerios de Justicia y Trabajo, los imanes miembros de la Comisión Islámica de España que "se dediquen de forma estable a la dirección de comunidades islámicas, de la oración, de la formación y de la asistencia religiosa" cotizarán a la Seguridad Social y podrán disfrutar de todas las prestaciones, entre ellas, la jubilación.
No obstante, estos líderes religiosos no recibirán el subsidio de desempleo. También quedan excluidos de las prestaciones del Fondo de Garantía Social.
Esta medida beneficia a 150 imanes que realizan su labor en España. Un tercio de ellos estaba dado de alta en la Seguridad Social por otras actividades.
