El estudio ambiental estratégico que la asociación ultracatólica ha presentado al Ayuntamiento de Sevilla la Nueva (Madrid) considera que destruir el 3,97% de los 4.584 árboles que hay en la finca significará un “impacto moderado”. El terreno, de 196.000 metros cuadrados, está incluido en los espacios protegidos Red Natura 2000.
El estudio ambiental estratégico que ha presentado la asociación ultracatólica Heraldos del Evangelio como parte del proceso de tramitación urbanística para el macrocomplejo religioso en una parcela de la urbanización ‘Los Cortijos’ de Sevilla la Nueva (Madrid) augura un “impacto moderado” en la flora y en la fauna que existen en la zona, incluida en los espacios protegidos Red Natura 2000. Así consta en el citado estudio ambiental, al que ha podido acceder Público.
En concreto, la parcela, de 196.000 metros cuadrados, propiedad de la Asociación Cultural Salvadme Reina de Fátima, cuenta con dos protecciones medioambientales: una como zona especial de conservación ‘Cuencas de los ríos Alberche y Cofio’ ( ZEC ES3110007) y la otra como zona de especial protección para las aves ‘Encinares del río Alberche y río Cofio’ (ZEPA ES0000056). Son 26 las especies de aves protegidas en la zona, destacando el águila imperial ibérica y el buitre negro.
El inmenso terreno que atesoran los Heraldos en la urbanización residencial ‘Los Cortijos’ de Sevilla la Nueva (9.000 habitantes) y por el que están hipotecados con 1.450.000 euros prestados por el Banco Sabadell en diciembre de 2018 es terreno urbanizable. Mide exactamente lo mismo que el resto de la urbanización y se ubica en medio de ella, quedando la finca de los Heraldos rodeada de los chalés particulares de los vecinos. Debido a la protección ambiental, las edificaciones no pueden superar los siete metros de altura, es decir, dos plantas; normativa que se ha cumplido a rajatabla hasta ahora.
Pero esta restricción choca con los planes de los Heraldos del Evangelio, asociación privada de fieles de derecho pontificio, reconocida por el Vaticano en 2001 e intervenida por el Papa en septiembre de 2019 por “situaciones problemáticas y graves faltas” relacionadas con sus finanzas, su vida apostólica y la formación de nuevas vocaciones, según consta en el decreto de la Santa Sede, al que ha podido acceder este diario.
Según el proyecto presentado por los Heraldos del Evangelio al Ayuntamiento de Sevilla la Nueva, gobernado con mayoría absoluta por el PP, al que ha podido acceder Público, el macrocomplejo planeado consta de una iglesia de 1.800 metros cuadrados, con dos torres de 70 metros de altura; un monasterio de 5.000 metros cuadrados; una hospedería de 1.600 metros cuadrados; además de una piscina, probadores y 488 plazas de aparcamiento. El colegio de los Heraldos planeado también en la zona no aparece en el nuevo documento entregado al consistorio.
Respecto a las torres de estilo gótico, que tendrán tres metros de altura menos que la Catedral de la Almudena (73 metros de altura), el estudio ambiental dice que serán “símbolos de la excelencia, dignidad y espiritualidad del complejo religioso”.
4.584 árboles censados
La finca ‘Los Alcores’, como se llama la parcela de los Heraldos, comprada a los herederos del exministro socialista Miguel Boyer, es un pulmón verde, con una dehesa de encinas que ocupa una superficie aproximada de una hectárea y media. También cuenta con una plantación de pinos mediterráneos endémicos (Pinus pinea y Pinus pinaster) con una antigüedad de más de 50 años.
Además de estas dos masas arbóreas, calificadas como hábitats de interés comunitario, la finca cuenta con cedros, olivos y álamos. Un total de 4.584 ejemplares vivos; otros 200 árboles están secos, según el estudio ambiental. De esa cifra, los Heraldos prevén sacrificar 182 ejemplares, lo que representa un 3,97%, siendo el 40% de ellos cedros.
“Se ha evaluado este impacto como moderado, aunque en la fase de redacción de los proyectos de urbanización y edificación deberán analizarse con mayor detalle esta afección y fruto de la misma, deberá reevaluarse la clasificación de este impacto sobre la vegetación”, advierten en su estudio medioambiental.
“Los árboles cuya localización no sea compatible con los nuevos usos previstos
en el ámbito deberán ser trasplantados a otras zonas dentro del propio ámbito y finalmente, aquellos ejemplares para los cuales su estado de conservación no haga viable su trasplante se procederá a su tala (previa obtención de la correspondiente autorización municipal)”, exponen.
Por interés público podría autorizarse
Los vecinos de Sevilla la Nueva, que se oponen en su mayoría al proyecto, han presentado 200 alegaciones en su contra, pero temen que el consistorio ya haya tomado una decisión respecto a su aprobación al haber manifestado el alcalde en el pleno celebrado el 30 de septiembre de 2021 que podría aplicarse una excepción a las Normas Subsidiarias vigentes en materia urbanística que limitan la altura de las edificaciones. Esa excepción sería el “interés público” de las futuras instalaciones religiosas.
Carmen Flores, concejala del PSOE en Sevilla la Nueva, presente en aquel pleno, considera que “en una parcela privada, unas instalaciones religiosas jamás podrían tener un interés público. Estamos en un estado aconfesional. No existe ningún servicio público en un monasterio, una iglesia y una hospedería propiedad de los Heraldos del Evangelio”.
La hipotética declaración municipal de ‘interés público’ contradice lo que los propios Heraldos han plasmado en la documentación presentada al consistorio. Dicen que su finalidad es “la implantación de unos usos dotacionales privados, cerrado al público en general, con una actividad fundamentalmente
religiosa (retiro espiritual, seminarios, convivencias, etc.)”
Impacto “moderado” para 46 especies protegidas
En cuanto a las especies de fauna de interés comunitario incluidas en la declaración del espacio protegido Cuencas de los ríos Alberche y
Cofio ascienden a 20 (3 invertebrados, 5 peces, 1 anfibio, 3 reptiles y 8 mamíferos). Entre ellos, varios tipos de murciélago, la nutria paleártica o europea, el galápago leproso, el sapillo pintojo ibérico y los peces calandino, boga de río y colmilleja.
Las aves incluidas en el inventario de la declaración ZEPA ‘Encinares del río Alberche y río Cofio’ son 26: martinete común, cigüeña negra, águila pescadora, halcón peregrino, curruca rabilarga, búho real, alcaraván común, buitre negro y el águila imperial ibérica, entre otras. Además el torcecuello asiático, el alcotán europeo, el alcaudón real y el roquero rojo tienen especial protección.
Sin embargo, el impacto que sufrirán las 46 especies protegidas no será significativo, según los Heraldos. “Considerando que la zona de actuación se encuentra vallada perimetralmente, y así está previsto que continúe, se reduce considerablemente el impacto”, dicen.
En relación con el impacto acústico durante la fase de construcción como consecuencia de los trabajos de movimiento de tierra, demoliciones, uso de maquinaria pesada, etc. “se ha calificado como moderado considerando su distribución, su magnitud y su temporalidad, así como la aplicación de las medidas de protección recogidas en el presente documento ambiental estratégico, entre las que se recoge la prohibición de realizar los trabajos de mayor incidencia acústica en los periodos de nidificación y cría de las aves existentes en el ámbito y sus alrededores”.
Oposición ecologista en El Salvador
En El Salvador, los Heraldos ultiman la construcción de un complejo religioso dedicado a la Virgen de Fátima. Han comenzado por la iglesia, cuyo modelo ha inspirado el que pretenden erigir en Sevilla la Nueva, incluidas las torres góticas de 70 metros. El proyecto de esta comunidad ultracatólica en el país centroamericano ha sumado muchas voces en contra y no cuenta con el visto bueno de la Iglesia salvadoreña. Al contrario que el proyecto español, que ha recibido el aval del obispo de Getafe.
El complejo, que constará de iglesia, un centro de vocaciones para jóvenes, incluso de un museo, se levanta en el Valle El Ángel, en el municipio de Apopa de San Salvador. Una zona natural, de recarga acuífera, donde se ubica el nacimiento del río Chacalapa, que abastece a 60.000 personas de diferentes comunidades de Apopa y municipios aledaños.
El complejo religioso está impulsado por una de las familias oligarcas salvadoreñas, que ha recibido el permiso para edificar en el valle y pretende que la construcción de la iglesia de los Heraldos blanquee o legitime su megaproyecto urbanístico, según denuncia la Plataforma Salvemos Valle El Ángel.
La coordinadora de medios de comunicación Arpa ha advertido en numerosas ocasiones desde que en 2019 arrancó el proyecto de los Heraldos en el país centroamericano que la obra se ubica en una zona de riesgo de derrumbes o deslaves en las faldas del cerro El Picacho y sobre una zona de recarga hídrica que alimenta al acuífero subterráneo de Nejapa. “Esto significa que ahí podrían suceder tragedias como en el terremoto en la zona de Las Colinas, en 2001, que dejó 1.300 muertos. Además, aumentará la escasez de agua en San Salvador”, explica a Público Leonel Herrera, director ejecutivo de Arpa.
El Papa, en contra del urbanismo desmesurado
El 24 de mayo de 2015 el Papa Francisco publicó una encíclica sobre el medio ambiente, una especie de guía de su pontificado en materia de “ecología integral”. El “cuidado de la casa común” que es la Tierra debería desterrar “el progreso material sin límites”, dice Francisco, que insta a los cristianos a respetar la naturaleza como parte de sus deberes. Observando los desmesurados edificios religiosos que los Heraldos del Evangelio poseen en varios países de América Latina, sobre todo en Brasil, lo que se atisba es un afán por destacar y atraer a nuevos adeptos mediante el despliegue de fastuosas catedrales, como ocurría en la Edad Media.