Es la primera vez que en España una orden religiosa denuncia un caso de abusos sexuales a un menor. Los hechos denunciados ocurrieron en 2007
Los Carmelitas Descalzos de Castellón han trasladado a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana una denuncia de abusos a un menor por parte de un integrante de la orden, "siguiendo con ello fielmente las recomendaciones de la Iglesia Católica".
Un comunicado de la Provincia de Carmelitas Descalzos de Aragón y Valencia precisa que esta puesta en conocimiento de la Fiscalía del caso "no supone prejuzgar conducta alguna y se hace con pleno respeto a la presunción de inocencia de las personas y, al mismo tiempo, con pleno respeto a quien se considera víctima de un ilícito penal".
Según han informado fuentes del ministerio público, la denuncia será remitida a la Fiscalía provincial de Castellón para que se encargue de la investigación porque los hechos denunciados se cometieron supuestamente en esa demarcación en 2007.
La nota de los Carmelitas aclara que la actuación de la orden se hacen siguiendo "las recomendaciones de la Iglesia Católica a través del motu proprio 'Sacramentorum Sanctitatis tutela' y de la Guía para comprender los procedimientos fundamentales de la Congregación para la Doctrina de la Fe cuando se trata de acusacones de abusos sexuales".
Los Carmelitas Descalzos abogan por que las partes "puedan resolver sus conflictos con tranquilidad y respeto a su intimidad, así como con plena confianza en la Justicia".
El comunicado concluye con un "respetuoso llamamiento a las personas y medios de comunicación para que extremen el cuidado de la paz e intimidad de las personas".
El obispo de Castellón pide perdón
El obispo de la diócesis de Segorbe-Catellón, Casimiro López, calificó este martes de "inadmisible en la Iglesia y en la sociedad" el caso de supuestos abusos a un menor por parte de un integrante de la orden de los Carmelitas Descalzos de Castellón y ha pedido "perdón" por estos hechos.
Un comunicado del Obispado explica que los superiores de la orden comunicaron ayer al obispo las medidas que pensaban tomar tanto "en el ámbito eclesial como civil". El obispo ha mostrado además su "consternación por los hechos denunciados que, de ser veraces, son inadmisibles en la Iglesia y en la sociedad" y ha dicho unirse "al dolor de la víctima, de sus padres y la familia, y les pide perdón".
"Un solo caso de abuso por parte de un sacerdote es inaceptable y es motivo de profundo dolor por la víctima, por la infidelidad del sacerdote a su ministerio y por el debilitamiento de la misma Iglesia, llamada a ser santa", ha remarcado. La nota del Obispado advierte de que casos como este "no pueden poner bajo sospecha poco menos que a todos los sacerdotes, ni la disciplina del celibato por la que se rigen".