El evento, de dos días de duración ha sido organizado por el Consejo de Europa
La reunión multirreligiosa con líderes de todas las confesiones y de organizaciones laicas, que hoy concluyó en Armenia, solicitó a las autoridades de cada país "igualdad e imparcialidad en el espacio público", ante los casos de incumplimiento del derecho a la libertad religiosa.
El evento, de dos días de duración y organizado por el Consejo de Europa, sirvió de escenario desde el que los participantes expresaron la complejidad existente entre la esfera pública y la privada en materia religiosa.
Los debates se centraron en la libertad de religión, la protección de minorías y la educación y sensibilización de los jóvenes en el respeto a las otras confesiones, y a su término se pidió en todos esos aspectos "el compromiso de la mayoría".
Los participantes hicieron hoy un llamamiento a dicho acuerdo entre dirigentes religiosos y gubernamentales para que "el diálogo y la cooperación entre las religiones sea una realidad que permita la paz y la resolución de conflictos".
Hubo coincidencia en la "necesidad de habituarse a las críticas", pero se criticó las diferencias atribuidas a los "ismos", que hacen que "islamismo no esté bien visto y, en cambio, ocurra lo contrario con cristianismo y semitismo".
Para los líderes católicos, musulmanes, judíos, anglicanos, luteranos, ortodoxos, budistas y laicos reunidos en este encuentro sobre la dimensión religiosa del diálogo intercultural, el objetivo reside en la tolerancia, la comprensión y la aceptación mutua.
En la clausura se pidió a las comunidades religiosas "aprender las lecciones" de las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos relativas al artículo sobre el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión del convenio por el que se rige, pero se expresó la preocupación por la creciente incitación al odio en Internet.
En el evento participó la embajadora española en misión especial para la Alianza de Civilizaciones, Belén Alfaro, que destacó la importancia de la educación para la tolerancia y el respeto entre culturas y religiones.
En este sentido, apostó por una "mayor coordinación entre Estados y organizaciones internacionales para desarrollar programas educativos en materia de tolerancia y derechos humanos".
Alfaro aludió al caso de la estudiante pakistaní Malala Yousafzai en la defensa de la lucha contra la marginación y exclusión de los niños por motivos religiosos, y aseguró que España "favorece el diálogo interreligioso en todos los ámbitos".
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