El joven, de 26 años, se negó a declarar y será juzgado por resistencia y un delito contra los sentimientos religiosos.
Zakariae M., detenido el pasado jueves tras irrumpir en la basílica del Pilar gritando y enarbolando un Corán mientras se celebraba la misa de tarde, quedó este viernes en libertad. El joven, de 26 años, fue arrestado por un delito de resistencia a los agentes de la autoridad y otro contra los sentimientos religiosos. El magistrado Rafael Lasala, en funciones de guardia, decretó su libertad provisional pendiente de ser juzgado por los mencionados delitos.
Según pudo saber este diario, Zakariae M. se acogió a su derecho a no declarar. Antes, fue examinado por el médico forense, que determinó que aparentemente no padece ningún trastorno mental.
El vecino de Zaragoza entró en la basílica con un ejemplar del Corán y se paseó por su interior dando gritos con él en la mano y llamando «infieles» a quienes asistían a la misa de las 18.00, cuando el oficio que se estaba celebrando en el altar mayor estaba a punto de terminar.
El joven mostró a gritos su voluntad de subirse a una de las torres del templo para «anunciar el islam», al tiempo que voceaba: «Vuestro Dios es falso. Sois todos unos infieles» y frases similares. Sin embargo, un vigilante de seguridad frustró sus intenciones y lo sacó a la plaza, donde siguió lanzando proclamas, dejó el ejemplar del Corán en el relieve exterior de la Virgen esculpido por Pablo Serrano y tiró su pasaporte.
En ese momento llegaron varias dotaciones de la Policía Nacional que le pidieron que se echase al suelo y mostrase las manos, ya que seguía caminando con ellas en los bolsillos, lo que hizo que los agentes actuaran con cautela en prevención de que pudiera ir armado. Al final y tras intentar escapar fue reducido y detenido. En su poder no se encontró ningún arma.
El deán del cabildo, Joaquín Aguilar, quitó importancia al incidente, ya que fue resuelto sin que llegara a pasar nada grave.
Zakariae M., natural de Marruecos, ha sido detenido en otras tres ocasiones, una en 2015 por lesiones y dos en 2016 por amenazas. En su historial no figura nada que lo relacione con actividades radicales islamistas y se desconoce qué le llevó a actuar cómo lo hizo el pasado jueves.
