Responsabiliza al Arzobispado de “dejar hacer” al padre Custodio y llevar la convivencia social “al límite”
“No actúa como un religioso, sino como un fanático y un fascista”, sostiene el regidor Jaume Graells
Al padre Custodio, el rector de la iglesia de la Immaculada Concepció de L’Hospitalet y conocido como el ‘cura legionario’, se le acumulan los frentes. Si la Asociación de Vecinos del barrio de Sanfeliu avanzaba que impulsará una campaña para pedir su expulsión tras un controvertido homenaje a la División Azul, ahora el ayuntamiento redobla su ofensiva para reclamar idéntico objetivo. El concejal de Sanfeliu, Jaume Graells, considera que la convivencia social “está al límite de lo sostenible” y acusa a la Iglesia de “fomentar el odio“, en tanto que está representada por el párroco y la institución “no hace nada” para poner fin a su “vergonzosa actitud”.
“Acusamos al Arzobispado [de Barcelona] de fomentar el odio por su inacción, por su dejar hacer. Es igual de responsable que el párroco porque él representa aquí a la Iglesia. Y estamos hablando de alguien que no actúa como se espera de un religioso, sino como un fanático y un fascista“, ha denunciado el dirigente socialista.
Graells califica de “inadmisible” el homenaje al destacamento de españoles que colaboraron con el Ejército nazi que acogió el templo religioso el pasado noviembre, pero lamenta que “lo peor” se da en el día a día. “Pone en valor una ideología fascista y paramilitar con eventos como la procesión de legionarios en Semana Santa, y tiene un discurso antiabortista incendiario y con una falta absoluta de respeto por la libertad y la dignidad de las mujeres”, explica el edil.
POR LA TANGENTE
Desde el consistorio lamentan que el arzobispo Juan José Omellase “sale por la tangente” cada vez que contactan con él, la última vez después de que el pleno del Ayuntamiento de L’Hospitalet del pasado noviembre aprobara -con todos los votos a favor excepto los del PP y Ciudadanos- reclamar a la Iglesia que adoptaran medidas para evitar la “reiterada utilización de la parroquia con finalidades políticas“. “Habrá que hablar con el Papa”, comenta Graells con ironía.
A preguntas de este diario, la Archidiócesis se ha remitido al comunicado que emitió el pasado 10 de noviembre, en el que se comprometía a “tomar nota de la misa” en la que se homenajeó a la División Azul y a comunicarle el incidente al rector de la parroquia. “La misión de la Iglesia en ningún caso debe ser la de hacer política, sino la de acompañar a todos los fieles en su encuentro con Dios. Desde el Arzobispado de Barcelona valoraremos los hechos y se adoptarán las acciones pertinentes”, añadía el texto, sin más concreciones.
PRUDENCIA
El padre Custodio ha admitido que el Arzobispado le había pedido “prudencia” y evitar simbología militar en futuros actos, al tiempo que ha acusado a la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, de estar detrás de la campaña que este viernes presentarán la Asociación de Vecinos de Sanfeliu y Unitat contra el Feixisme para reclamar la expulsión del párroco. “El arzobispo dijo que no va a aceptar presiones políticas para quitarme de la misma forma que él no va a pedir a la alcaldesa que retire a un concejal porque a él no le guste”, decía el padre Custodio.
El vicepresidente de la asociación vecinal, Vicente Díaz, ha justificado la iniciativa ante la “inacción” del arzobispado, que no saca al párroco pese a las reiteradas quejas de habitantes y autoridades. “Lo último es que se cante el ‘Cara al sol’ en la iglesia y decir encima que el homenaje fue un acto académico. Sentimos vergüenza por que se reconozca a L’Hospitalet por este cura”, ha dicho Díaz. “Ningún vecino se puede sentir identificado con sus disparates. La mayoría de creyentes prefieren ir a misa a iglesias de Cornellà o de Esplugues”, ha zanjado.
En la imagen superior, acto de homenaje a la División Azul en la parroquia de la Inmaculada en L’Hospitalet, en la inferior, el párroco de esa iglesia.